Las demandas cada vez más cambiantes de los clientes, la rápida evolución de los mercados y una situación socioeconómica muy inestable, obligan a las empresas a adoptar estrategias que les permitan ser muy reactivas. Basar las decisiones en corazonadas o intuiciones ya no es una opción: hoy en día, para competir, las organizaciones deben promover una cultura basada en los datos a todos los niveles. De hecho, es muy difícil, sino imposible, iniciar una estrategia basada en datos sin un cambio de mentalidad cultural dentro de la empresa.