Después de un ligero descenso en la producción global de amenazas en 2017, las cifras registradas en el primer semestre de 2018 reflejan que los cibercriminales han vuelto a su tarea creadora con energías renovadas, especialmente en el periodo de abril a junio, donde el ritmo de producción ha alcanzado la cifra de una nueva app maliciosa cada 7 segundos, según el último informe de G Data.
En la primera mitad de 2018, los expertos del proveedor de antivirus G Data registraron algo más de dos millones de nuevas amenazas para Android, una cifra similar a la alcanzada en todo 2015 y donde destaca un segundo trimestre especialmente activo en el que los cibercriminales alumbraron casi 1,2 millones de apps maliciosas. Esta cifra supone un incremento del 40% con respecto al primer semestre de 2017 y del 31% con respecto al segundo.
Si se mantiene la progresión, 2018 se cerraría con 3,5 millones de nuevas amenaza para Android. En la actualidad, los ciberdelincuentes parecen estar buscando nuevas fórmulas de ataque para llegar con éxito a los dispositivos Android, que actualmente constituyen más del 75% de las ventas de smartphones en todo el mundo.
Los gamers animan la producción de malware
Los principales desarrolladores de videojuegos están adaptando sus títulos más populares de PC y consola a los teléfonos inteligentes. Una circunstancia que coincide con el interés creciente que la audiencia gamer de Android está despertado en los cibercrminales, como ya apuntan los últimos análisis de los expertos de G Data, y que se refleja no solo en un incremento del nuevo malware sino en la puesta en marcha de nuevas estrategias para estafar a las víctimas.
Los cibercriminales están aprovechando la popularidad del Fortnite para estafar a los jugadores más inexpertos. El juego, que aún no está disponible para Android, pero que se espera con impaciencia, lleva semanas sin embargo sirviendo de inspiración a tutoriales y falsas aplicaciones que pretender aliviar la espera de sus seguidores, pero que solo conducen a estafas que, en mayor o menor medida, pueden acabar afectando al bolsillo de sus víctimas.