Sixto Heredia, director de Marketing de Panda Security

Publicado el 21 Nov 2007

Como lleva sucediendo desde hace algunos años, la principal motivación de aquellos que causan los ataques a la seguridad informática es conseguir dinero. Los hackers lo único que buscan hoy en día es enriquecerse. Ya no les importa conseguir fama, como hace unos años, es más, prefieren pasar desapercibidos para no ser detectados. Para conseguir sus objetivos, estos ciberdelincuentes intentan infectar al mayor número de usuarios posibles para así robar sus datos bancarios y obtener pequeñas cantidades de dinero de millones de usuarios, lo que se traduce en ganancias de millones de euros.

Si en un principio sólo habíamos visto ataques a la seguridad de equipos informáticos, hoy en día estas amenazas están llegando también a otros entornos muy utilizados por el usuario medio como la mensajería instantánea o los teléfonos móviles, totalmente extendidos entre gran parte de la población de muchos países.

Los ciberdelincuentes se han dado cuenta de que ahora tienen otro frente para atacar: los teléfonos móviles. A través de ellos muchas personas consultan su correo electrónico a diario, se conectan a Internet, se mandan mensajes por SMS o intercambian archivos por bluetooth. Todo esto abre un nuevo mundo de posibilidades, pero también de nuevas amenazas creadas por los delincuentes informáticos.

En las empresas de seguridad se trabaja duramente día a día para proteger también estos entornos. Si bien es cierto, al igual que ocurre con los equipos informáticos, hablar de seguridad 100% es una utopía. Aunque existan mecanismos de seguridad es muy difícil estar protegido ante todos los frentes. Por tanto, es fundamental, no sólo proveernos de una solución de seguridad lo más completa posible acorde al entorno que utilicemos y las funcionalidades que le otorguemos, sino también seguir unas pautas de seguridad que en la mayor parte de las ocasiones responden al sentido común: no abrir mensajes que procedan de fuentes desconocidas, no ejecutar archivos sospechosos o cuya procedencia también desconozcamos, no visitar páginas web potencialmente peligrosas, etc.

Aún así, cabe destacar que los ataques a la seguridad en entornos móviles son aún muy débiles, ya que, como comentábamos al inicio de este artículo, los ciberdelincuentes buscan infectar al mayor número de personas posibles y, por tanto, siempre atacarán preferentemente entornos masificados. De todas maneras, es probable que en un futuro no muy lejano proliferen las amenazas a móviles. Es necesario, por tanto, estar alerta y seguir investigando en materia de seguridad.

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Redacción

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