Los smartphones y tablets han revolucionado la forma de entender los tradicionales hábitos de consumo. Hoy en día, saber cuánto dinero tienes en el banco o hacer una reserva de hotel es posible desde cualquier punto con acceso a internet. De hecho, según un barómetro de Phone House (realizado en 2015 entre los usuarios de las redes sociales de la compañía con 1.192 respuestas registradas), el 55 por ciento de los encuestados realiza operaciones bancarias a través de su dispositivo móvil y el 36 por ciento reserva el hotel para sus vacaciones. Pero no sólo los bancos y las cadenas hoteleras cuentan ya con aplicaciones propias, sino que las principales marcas mundiales facilitan la realización de todo tipo de actividades desde estos terminales.
En este sentido, aunque la navegación desde dispositivos móviles es cada vez más segura, es importante utilizar unos parámetros de seguridad mayores de lo habitual debido a la gran cantidad de datos personales que se facilitan en las transacciones. Por esto, en Phone House dan las claves para no ser víctimas de fraudes y que nuestros datos no caigan en manos ajenas:
1. No utilizar las redes públicas, por gratis que sean, para operaciones personales como trámites bancarios o compras de cualquier tipo ya que, si hay algún hacker captando datos de esa red pública, podrá tener fácil acceso a nuestras contraseñas en redes sociales, bancos o email.
2. Cualquier pago que se haga desde nuestro dispositivo tiene que realizarse a través de webs de renombre o emplear métodos de pago que protejan al comprador, tipo Paypal. Para los más “techies”, incluso se puede obtener el certificado digital para Android y realizar los mismos trámites que con el DNI usando el smartphone.
3. Instalar en el dispositivo exclusivamente aplicaciones procedentes de repositorios oficiales como Google Play, App Store o Market. También es conveniente revisar los permisos de las aplicaciones que instalemos, evitando así cualquier tipo de Malware que nos espíe o robe los datos personales.
4. Añadir siempre un PIN o patrón de bloqueo que dificulte el acceso al dispositivo. Además, existe una opción muy práctica y sencilla para que alguien que encuentre nuestro móvil o tablet sepa de quién es y nos lo devuelva: añadir un mensaje en la pantalla de bloqueo.
5. No recordar los usuarios y contraseñas de ninguna cuenta en el navegador, ya que puede facilitar el acceso al dispositivo e incluso a la realización de gestiones sin nuestra autorización.
6. Cifrar los datos (en Android: Ajustes/Seguridad/Cifrado de datos) es interesante si manejamos información delicada en el dispositivo. Perderemos en velocidad, pero nadie que no conozca el PIN de nuestro teléfono o tablet podrá tener acceso a nuestros datos.
7. Tener el dispositivo siempre actualizado en última versión del fabricante para evitar posibles vulnerabilidades; de lo contrario, podrás verte afectado por fallos de seguridad. Si no sabes cómo hacerlo de manera segura, puedes acudir a un centro especializado como Phone House.
8. Evitar el “rooteo” de terminales. Si habilitamos el acceso completo a nuestro teléfono, estaremos expuestos a que cualquier aplicación modifique partes del sistema peligrosas para la seguridad.
9. Instalar aplicaciones como “Cerberus” que nos permiten retratar a quien intente desbloquear nuestro móvil sin consentimiento y tener esta imagen en el email segundos después.
10. Revisar los “ajustes de Google”. Hay cosas tan interesantes como poder localizar nuestro dispositivo si nos lo roban o borrar los datos de forma remota (usando “Android Device Manager”). Además, hay ajustes para tratar de detectar las aplicaciones dañinas y buscar amenazas de seguridad en el dispositivo