La pasada Nochevieja, momento de celebraciones y felicitaciones, se convirtió en una pesadilla para Facebook. La red social había puesto a disposición de los usuarios una aplicación denominada Midnight Delivery para felicitar a través de mensajes privados la entrada a 2013. Facebook garantizaba la llegada de ese mensaje durante las campanadas.
Sin embargo, en la tarde del lunes, Jack Jenkins, un estudiante de informática de Reino Unido, publicó en su blog en qué consistía un agujero de seguridad. Bastaba con cambiar el final de la dirección web de la aplicación y poner el número de identificación de cada usuario para ver el contenido de sus mensajes y los destinatarios. De hecho, no solo se podían leer. También podían borrarse y que nunca llegasen al destino.
Un portavoz de Facebook confirmaba al medio estadounidense The Verger el error: “Estamos trabajando para arreglar este tema ahora mismo. Mientras tanto, hemos desactivado la aplicación para asegurar que nadie entra en los mensajes privados”.