La división de ciberinteligencia de Cisco, Talos, ha elaborado un informe sobre las principales ciberamenazas registradas durante el pasado año, basado en sus herramientas de telemetría y en las respuestas frente a incidentes.
Estas son las principales conclusiones:
- ‘Democratización’ del ransomware. A medida que surgían nuevos grupos de ransomware como servicio (RaaS) y otros cambiaban de marca o cerraban sus operaciones, el ransomware ha seguido siendo una amenaza especialmente relevante durante 2022, con atacantes más diversos, educación como el sector más afectado y Lockbit y Hive como el malware más activo.
- Herramientas legítimas y técnicas antiguas. Los ciberdelincuentes continúan evolucionando para utilizar los avances en defensa contra los propios defensores, aprovechando software legítimo y herramientas internas de sistemas como PowerShell. Con los esfuerzos de Microsoft para desactivar las macros, los ataques se han trasladado a otros tipos de archivos, y también han resurgido algunas técnicas más antiguas y menos sofisticadas como la actividad maliciosa USB.
- Commodity Loaders. Originalmente troyanos bancarios, los ‘commodity loaders’ han evolucionado hasta convertirse en sofisticadas amenazas con cadenas de ataque multifase. Qakbot, Emotet, IcedID y Trickbot han sido los más activos, persistiendo a pesar de los esfuerzos masivos de desmantelamiento y añadiendo nuevas características que complican su detección.
- Log4j. Casi un año después de que se descubrieran las vulnerabilidades de Log4j (librería de software de código abierto ampliamente extendida), los ciber-delincuentes siguen aprovechando los fallos de seguridad a un ritmo elevado: sólo en enero su actividad aumentó el 40%. Estos intentos de explotación son muy utilizados por actores-estado en campañas ofensivas, y seguirán representado una de las amenazas más comunes en 2023.
- Amenazas persistentes avanzadas (APT). Rusia, China, Irán y Corea del Norte han seguido siendo los principales países emisores de ciber-campañas basadas en estas amenazas, con ataques que utilizan malware personalizado y nuevas variantes de malware ya conocido.
- El contexto geopolítico condiciona los ataques. Los defensores deben comprender las motivaciones de los ciber-delincuentes y disponer de metodologías de seguimiento e inteligencia frente a amenazas. Ucrania sigue siendo objetivo de ataques -desde robo de información hasta actividades APT-, pero también otros países proucranianos han sufrido campañas de phishing y de denegación de servicio dirigidas por grupos como Mustang Panda y Killnet.
Como señala Martin Lee, director técnico en Cisco Talos para EMEA, “a lo largo de la historia queda claro un tema clave: los adversarios se están adaptando a los cambios en el panorama geopolítico, a las acciones de las fuerzas de seguridad y a los esfuerzos de los defensores. Las organizaciones tendrán que seguir y abordar estos cambios de comportamiento para mantener su capacidad de resiliencia”.