El ataque cibernético que el Banco Central Europeo (BCE) sufrió a finales del año pasado provocó una posible pérdida de datos y la infección de distintas aplicaciones con malware.
Así lo han reconocido fuentes de la entidad en un comunicado publicado el 15 de agosto, según el cual el BCE confirmó que “partes no autorizadas” habían logrado infringir la seguridad del sitio web. El sitio, alojado por un proveedor externo, parece haber sido atacado en diciembre de 2018, según un informe de Reuters . La brecha se descubrió meses después cuando se realizaban trabajos de mantenimiento de rutina.
Esos datos, que afectaron a 481 suscriptores, incluían nombres, títulos de posición y direcciones de correo electrónico, pero no contraseñas, según el BCE que se está comunicando con personas cuyos datos pueden haber sido comprometidos.
Este nuevo ataque se suma a uno anterior que, según fuentes de la entidad, no provocó ninguna vulneración importante. Entonces, como ahora, la declaración oficial firmó al insistir: “El BCE toma la seguridad de los datos muy en serio”.