El 18% de los españoles afirma haber sido víctima de un robo de identidad, una cifra que sitúa a nuestro país un punto porcentual por encima de la media europea para este tipo de delitos (17%). Ésta es la principal conclusión que se extrae del estudio sobre la prevención del fraude elaborado por Dynamics Market en base a las entrevistas realizadas a más de 5.507 personas mayores de 18 años en Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, España, Italia, Polonia, Rusia y Bélgica entre junio y julio de este año.
La noticia positiva es que España se coloca por delante de economías como la británica, en la que un 24% de los encuestados mantiene que ha sido objeto de este tipo de fraude. El efecto inmediato y más común de este delito es, según el estudio, la extracción de dinero de la cuenta bancaria (46%). En España, este porcentaje se reduce al 37%, siendo el país donde el impacto en las cuentas bancarias del usuario es menor. No obstante, el informe señala que suele pasar una media de 5,4 meses hasta que el usuario se da cuenta. El estudio recoge además que la suplantación de identidad tiene un coste de 7.916 euros por persona y día en Europa aunque se ha llegado a alcanzar la escalofriante cifra de 1.097.550 euros en uno de los casos. El estudio confirma así que la principal motivación en este tipo de conductas es ganar dinero, como expone el 78% de los europeos.
La manera más frecuente en la que el usuario es objeto de este tipo de estafa es mediante un correo electrónico procedente supuestamente de la entidad bancaria del usuario en el que se le solicita que actualice su pin y datos bancarios (31%), seguido de la donación a una campaña solidaria falsa (23%). España se sitúa en ambos casos por debajo de la media europea con un 33% y un 20%, respectivamente. En este apartado, sorprende que el 33% de los europeos estafados afirme no haber estado expuesto a ninguna de estas situaciones. Bélgica (44%), Italia (43%) y Holanda (44%) lideran este ránking.
El papel, una de las vías para conseguir información personal
Sin embargo, los medios electrónicos no son la única vía en la que los delincuentes encuentran datos de sus posibles víctimas. El papel sigue siendo una de las principales fuentes de información para éstos. Y es que, tal y como revela el estudio, el 84% de las personas sigue almacenando algún tipo de información personal en papel. Así no es raro encontrar direcciones de correo, contraseñas, datos bancarios en algún cajón o armario de casa, como manifiesta del 26% de los encuestados, o en monederos y bolsos, como dice el 25%.
A pesar de las cifras, el 91% de los usuarios reconoce intentar protegerse de este tipo de fraudes aunque la realidad nos muestra que el 73% no destruye adecuadamente estos documentos antes de tirarlos a la basura. Y eso que el 59% se muestra preocupado por este tipo de delitos.
“La realidad nos muestra que, a pesar de que son unos medios relativamente nuevos, las empresas y usuarios son conscientes de la necesidad de proteger su información en ordenadores y dispositivos similares pero que no son tan cuidadosos con la información en papel. La destrucción adecuada de los de documentos con información personal es imprescindible si queremos asegurarnos la protección total de nuestra identidad, independientemente de dónde esté almacenada, en soporte digital o papel”, afirma Héctor Barak, Director General de Fellowes Ibérica.
¿Cuál es la tendencia para los próximos años?
El 58% de los europeos cree que la usurpación de identidadcrecerá en los próximos años frente a un 14% que sostiene que se mantendrá estable y un 3%, más optimista, que vaticina que disminuirá. Entre los países más negativos destaca Reino Unido, Francia (ambos con un 65%), Alemania (78%) y Rusia (63%). En España, el sentir más generalizado es que esta tendencia se mantendrá estable (20%).