La ciberseguridad es uno de los segmentos tecnológicos que, en líneas generales, más ha crecido en los últimos años. Y parece que va a seguir siendo así. Según datos de la página especializada en información sobre seguridad PreciseSecurity.com, este negocio va a mover en todo el mundo 151.200 millones de dólares en el año 2023, con un crecimiento sostenido durante estos años de algo más de un 9%.
Las empresas seguirán viéndose obligadas a invertir en tecnología para hacer frente a la cantidad creciente de amenazas a las que se enfrentan, y que van desde poco sofisticados ataques de ransomware a muy afinados programas de espionaje.
El estudio de PreciseSecurity.com asegura que en 2019 los ingresos de la industria de ciberseguridad se han situado en 106.600 millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 10,6% con respecto a 2018. El negocio de seguridad incluye las ventas de hardware, software y servicios relacionados. La parte más importante es la de los servicios, que supusieron 47.000 millones de dólares en 2019. Se trata de una porción del negocio que engloba servicios gestionados, integración, consultoría o formación.
El software es el segundo aparato que más representa en términos de negocio. El año que acaba dio lugar a una facturación de 38.000 millones de dólares por venta de programas, mientras que el hardware generó 21.000 millones. Si se atiende a los clientes, los que más gastarán en ciberseguridad, según PreciseSecurity.com, serán los de banca, seguidos por los de fabricación y por los gobiernos centrales.