La hotelería es uno de los sectores clave en la economía global. En concreto, en España su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) alcanzará el 12,8%, el máximo de su serie histórica, según el último informe de Perspectivas Turísticas de Exceltur. En total, este sector ha generado 186.596 millones de euros en 2023, consolidando su recuperación y con perspectivas a poder superar la barrera de los 200.000 en el año 2024.
En los últimos años, este crecimiento también lo hemos visto en la hotelería urbana – la ciudad de Madrid, por ejemplo, cerró 2023 con 20,007.971 de pernoctaciones – y de lujo – los hoteles de Cinco Estrellas y Cinco Estrellas Gran Lujo han ganado peso, llegando a representar el 37% de la inversión anual, según datos de CBRE.
Sin embargo, para mantener este crecimiento es necesario centrarse en la innovación y la tecnología, no solo para adaptarnos a las necesidades de los clientes y sus demandas, sino para una mejora constante del sector. Y no menos importante, para contribuir de forma positiva a la lucha contra el cambio climático.
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La diversificación como palanca de competitividad
España ha sido uno de los destinos turísticos más populares, superando los 84 millones de visitantes internacionales en 2023, y se espera que esta cifra siga aumentando. Sin embargo, el enfoque excesivo en mercados como el Reino Unido y Alemania plantea riesgos debido a la estacionalidad y la dependencia de los paquetes turísticos extranjeros. Para mantener la competitividad, es esencial diversificar el modelo de distribución y no depender únicamente de un mercado o tipo de turismo.
España ofrece una amplia gama de opciones, desde playas y costas hasta montañas y desiertos, lo que la convierte en un destino atractivo para todo tipo de viajeros. El segmento de lujo, en este caso, aporta un nuevo enfoque en la restauración, la historia, la cultura, el arte y la sostenibilidad, lo que no solo tiene un impacto económico directo, sino que también genera empleo y mejora la reputación del destino.
Nuestro país está bien posicionado en este segmento y tiene la oportunidad de seguir desarrollándose: las previsiones apuntan a más de 90 aperturas hasta 2028, siendo el 25% de ellas en la categoría de Gran Lujo. Madrid, que junto con Málaga son las ciudades en las que más ha crecido el número de viajeros internacionales con respecto a 2019, es un ejemplo destacado de cómo las urbes pueden atraer a estos viajeros a través del mercado del lujo.
La personalización: un elemento clave en la estrategia de futuro de la hotelería de lujo
Sin embargo, para que estas previsiones se solidifiquen es imprescindible que el sector sea capaz de responder a las elevadas expectativas de estos viajeros. Y, además, que la contribución al crecimiento de esta industria sea sostenible en todos los aspectos, contribuyendo a integrarse en la estrategia para el desarrollo del sector hotelero. La tecnología es el pilar que sostiene ambos extremos.
Los estudios de tendencias señalan la búsqueda de nuevas experiencias como uno de los principales intereses de los viajeros de lujo, estando dispuestos a pagar más por una estancia excepcional. Nuevas herramientas como la Inteligencia Artificial permiten a los hoteleros lograr ese nivel de excelencia, desde la pre-estancia y hasta la post-estancia, proporcionándoles atención y servicio a medida, de una forma respetuosa garantizando la privacidad, algo fundamental para mantenerse competitivo en un mercado global.
En la misma línea, los gemelos digitales, como el de Hotelverse, impulsan la eficacia de la venta directa y la fidelización de los huéspedes a través de la hiperpersonalización, permitiéndoles conocer al detalle las instalaciones, escoger la habitación exacta en la que se alojarán y, en definitiva, facilitando un primer contacto memorable con la marca.
Y, en lo que se refiere a la sostenibilidad, la recopilación y el análisis de los datos pueden ayudar a los hoteles a tomar decisiones informadas sobre cómo reducir su impacto ambiental.
En este sentido destacan tecnologías como los softwares que monitorizan el consumo de energía o agua ayudando a ahorrar y a reducir el uso de recursos. También las aplicaciones que hacen un seguimiento de la ocupación y que permiten optimizar el uso de la climatización o las luces, tanto de habitaciones como de espacios comunes. Todo ello contribuye a proteger el planeta, satisfacer las demandas de unos clientes cada vez más comprometidos y garantizar el cumplimiento de unas normativas de exigencia creciente.
La hotelería urbana y de lujo tiene un gran potencial de crecimiento, pero es necesario abordarlo con conocimientos tecnológicos y de manera sostenible
En resumen, la hotelería urbana y de lujo tiene un gran potencial de crecimiento, pero es necesario abordarlo con conocimientos tecnológicos y de manera sostenible. España, con su rica oferta turística, está bien posicionada para seguir atrayendo a viajeros de lujo, pero debe mantenerse al día con las tendencias y adaptarse a las demandas cambiantes de los clientes.
La colaboración con organismos, y la adopción de tecnologías como la Inteligencia Artificial o la implementación de experiencias personalizadas para el cliente a través de herramientas disruptivas son pasos en la dirección correcta para asegurar un futuro próspero para este sector.
