Telefónica está siendo investigada por su posible implicación en el caso Rato, un procedimiento sobre el patrimonio del ex director del FMI.
En este sentido, el juez de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, ha imputado a la operadora para aclarar los pagos que realizaron al ex vicepresidente del Gobierno. Se investiga a Rodrigo Rato por los delitos de corrupción entre particulares, administración desleal y blanqueo de capitales, y compareció por ella ante el magistrado el pasado 19 de febrero. Ese mismo día también lo hicieron, como investigado, el secretario del Consejo de Administración de Telefónica, Ramiro Sánchez de Lerín.
No en vano, Rodrigo Rato trabajó para el grupo de telecomunicaciones como consejero. Durante esta etapa la Agencia Tributaria sospecha que lo que le correspondía como consejero lo recibía a través de Kradonara. Sánchez de Lerín fue quien firmó en nombre de la operadora los contratos de asesoramiento suscritos con la empresa cabecera de Rato.
Ante el juez, el ex director del Fondo Monetario Internacional aseguró que él “prestó servicios a Telefónica a través de dos caminos, personalmente como miembro de dos consejos asesores y otro profesional de análisis macroeconómico a través de Kradonara”, por supuestos servicios prestados por esta compañía a Telefónica.
