Telefónica obtuvo un beneficio neto de 1.582 millones de euros en 2020, un 38,5% más que en el año anterior. Entre octubre y diciembre, las ganancias alcanzaron los 911 millones de euros, las mayores en un único trimestre desde el arranque de 2019.
“2020 ha sido un año excepcional, un año en el que se nos ha puesto a prueba. Era mucho lo que se esperaba de Telefónica y Telefónica ha dado la talla. Hemos estado al lado de la sociedad, donde había que estar. Hemos cumplido y hemos seguido avanzando. Estos datos son fruto de las pautas que nos marcamos en el plan estratégico de 2019, que nos dejaba ya bien preparados para lo inesperado. También son fruto de las medidas adoptadas posteriormente para activar una gestión eficaz y precisa en un entorno tan complejo. Teníamos que actuar, lo hicimos y los resultados nos dicen ahora que estábamos en lo cierto”, asegura el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
En la presentación de sus resultados, la operadora destacó en su generación de caja que alcanzó los 4.794 millones de euros en el conjunto del ejercicio. Este factor ha contribuido a la disminución de su deuda que descendió hasta los 2.516 millones de euros en 2020. Como consecuencia, la deuda neta termina el año en los 35.228 millones, un volumen que no incluye los 9.000 millones de euros -un 25% de la deuda neta actual- procedentes de las operaciones inorgánicas pendientes de cierre, y entre las que destacan la fusión de O2 y Virgin Media en Reino Unido o la venta de las torres de Telxius.
En lo que respecta a los ingresos, recogen igualmente el mayor dinamismo registrado en los últimos meses del ejercicio, impulsado fundamentalmente por la creciente actividad comercial y operativa en sus cuatro principales mercados: España, Alemania, Brasil y Reino Unido. Entre octubre y diciembre, los ingresos se situaron en los 10.909 millones de euros, apenas un 2% menos de manera orgánica con respecto a los ingresos registrados en el mismo periodo de 2019. En el conjunto del año, la cifra de negocios alcanzó los 43.076 millones de euros, un 11% menos que en 2019 por el impacto de la devaluación de las divisas y del coronavirus. En términos orgánicos el descenso se modera al 3,3%, y al 2,4% en el caso de los cuatro mercados más importantes.
Casi el 30% de los ingresos del Grupo Telefónica proceden de España
Analizando los resultados por países, España proporciona el 28,8% de los ingresos; Alemania, un 17,5%; Brasil, un 17,2%; y Reino Unido, un 15,6%. De este modo, los cuatro mercados concentran el 79,1% de la cifra de negocio. Hispam aporta el 18,4% de los ingresos.
El resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA) refuerza la favorable progresión lograda en la parte final del ejercicio. En el último trimestre del año alcanzó los 3.751 millones de euros, un 2,2% más que en el mismo periodo de 2019. En el acumulado del ejercicio, el OIBDA se sitúa en los 13.498 millones de euros, un 10,7% menos que en 2019, descenso que se reduce al 5,7% desde un punto de vista orgánico.
El resultado operativo antes de amortizaciones menos la inversión (OIBDA – CapEx) o caja operativa registra un notable incremento tanto trimestral como anual que responde, por un lado, a la progresiva recuperación del desempeño del negocio y, por otro, a las medidas adoptadas para gestionar el CapEx de manera ajustada a la situación generada por la pandemia. En el último trimestre, el OIBDA – CapEx escala hasta los 1.957 millones de euros, un 26,9% más que en el parcial final de 2019 y, sobre todo, un 1,9% más de manera orgánica con respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, lo que evidencia su vuelta al crecimiento. En el conjunto del año alcanza los 7.637 millones de euros, un 20,5% por encima del registrado en el ejercicio anterior. En este terreno, sobresalen los casos de Brasil y Reino Unido, en los que, de manera orgánica, la caja operativa crece un 8,5% y un 2,7%, respectivamente, frente a 2019.
Telefónica Tech y Infra
Durante el pasado ejercicio, Telefónica Tech, una de las unidades clave creadas en el plan estratégico presentado en noviembre de 2019 para construir la Nueva Telefónica, confirmó su historia de crecimiento.
En un contexto en el que la pandemia reforzó la necesidad de acelerar la transformación digital y de contar con las herramientas de seguridad precisas para poder mantener la actividad de los negocios y los servicios, las soluciones de Ciberseguridad, Cloud y Big Data e IoT que esta división proporciona fueron más demandadas. Como consecuencia, los ingresos de Telefónica Tech se mantuvieron fieles a su incremento de doble dígito. Aumentaron un 13,6% en el conjunto del año, hasta los 1.504 millones de euros, un crecimiento que casi triplica el del mercado.
“Telefónica Tech es sinónimo de crecimiento. Con esa vocación fue lanzada en el plan estratégico de 2019 y con esa determinación afronta su futuro ya como unidad plenamente operativa y autónoma. Telefónica Tech ejemplifica la capacidad de anticipación e innovación de Telefónica, que cuenta con ella, con sus servicios y sus soluciones, como una palanca clave para impulsar la transformación digital de las empresas y para capturar las oportunidades de la actual revolución tecnológica”, asegura Álvarez-Pallete.
Por su parte, Telefónica Infra ha registrado un comportamiento positivo en 2020. En el último trimestre del año, sus ingresos han crecido un 4,7%, hasta los 217 millones de euros. En todo el ejercicio, la cifra de negocio de Telxius ha crecido de manera orgánica un 1%, hasta los 826 millones de euros.
Al mismo tiempo, esta unidad ha cumplido con su misión de “cristalizar el valor de las infraestructuras de telecomunicaciones de la compañía y la búsqueda de nuevas oportunidades con varias operaciones de envergadura en los últimos meses”. En octubre lanzó una sociedad conjunta con Allianz para desplegar fibra en las zonas rurales de Alemania y en enero vendió las torres de Telxius a American Tower Corporation.
Otras operaciones destacadas del año
Todas estas operaciones constatan que la compañía está cumpliendo la ejecución de su plan estratégico para construir la Nueva Telefónica. La actividad ha sido continua en este terreno. En mayo del pasado año, en pleno confinamiento y con los equipos teletrabajando por completo, la telco cerró la mayor operación corporativa de su historia: la ‘joint venture’ de O2 y Virgin Media en Reino Unido. En septiembre, Telefónica encendió la 5G y logró que el 80% de la población española tuviera asegurada la cobertura en apenas tres meses. En diciembre, Telefónica cerró con sus socios la compra de los activos de telefonía móvil de Oi en Brasil.
Cumpliendo lo establecido en el plan, se ha reducido la exposición a Hispam, donde también se han maximizado las eficiencias y la rentabilidad. Avanzando en esta política, esta semana se ha anunciado la venta a KKR del 60% de Infraco, una operación que permite a la compañía monetizar parte de su fibra en Chile.
Previsiones para 2021
Tal y como ha indicado Pallete durante la presentación de resultados, para 2021 han pronosticado una estabilización de ingresos y OIBDA con una normalización de ingresos e inversión del 15%. Eso sí, reconoce que la marcha de la operadora estará vinculada al escenario gradual de las economías en las que están presentes, variables que estarán sujetas al ritmo de vacacion y evolución de la pandemia. “Será en el segundo trimestre del año cuando se verá la recuperación”, ha matizado.
Pero más allá de datos económicos, el objetivo es poner en valor Telefónica Tech, cerrar los acuerdos en marcha en las diferentes regiones y seguir apostando por los activos de telecomunicaciones, infraestructuras que se ha demostrado durante esta pandemia que son “tremendamente relevantes”.
Asimismo, el directivo ha reconocido que en Europa ha caído el valor de las telco, al contrario de lo que ha pasado en Estados Unidos. En su opinión, nos enfrentamos ante “una fragmentación del mercado y una presión de los precios brutal”. En este sentido, apoyará la consolidación del mercado, “nosotros ya lo estamos haciendo”, ha indicado. Ha subrayado también, que Telefónica no compite sólo con otras operadoras, también lo hace con aplicaciones de mensajería, plataformas de vídeo… y eso implica la necesidad de “redefinir los mercados relevantes en los que queremos estar”.