Aumenta la presión mundial para que las empresas de telecomunicaciones reduzcan la energía y los residuos y alcancen los objetivos climáticos, al tiempo que realizan inversiones masivas en espectro 5G, infraestructura y tecnologías que consumen mucha energía. En consecuencia, cumplir los estándares de rendimiento de la 5G (velocidades ultrarrápidas, mayor rendimiento, menor latencia, mayor seguridad) y los estándares de sostenibilidad (funcionamiento de una red ecológica al tiempo que se optimiza la eficiencia energética) resulta ser todo un reto. Sin embargo, las iniciativas en el sector de las telecomunicaciones no tienen por qué ser una o la otra, como ABI Research en su último informe, A Telco Sustainability Reality Check.
“La sostenibilidad y la rentabilidad no son mutuamente excluyentes. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas realidades. En este informe, ABI Research destaca un enfoque optimista para las telecos sostenibles del futuro, al tiempo que aborda las tensiones, retos y problemas a los que se enfrentan las ambiciones de cero emisiones del sector”, explica Kim Johnson, analista principal de tecnologías sostenibles de la consultora.
El documento profundiza en las oportunidades y retos de las iniciativas de sostenibilidad de las empresas de telecomunicaciones y ofrece una visión realista de las cuestiones más apremiantes, entre ellas:
- Romper la curva energética debería ser sencillo, pero ¿lo es?
- Fiabilidad de la red frente a soluciones de eficiencia energética basadas en IA: ¿pueden ambas iniciativas beneficiarse mutuamente?
- ¿Pueden lograrse un equilibrio en los incentivos bajo el modelo de economía circular de los dispositivos móviles?
- ¿Qué lugar ocupa la tecnología en la ecuación de la sostenibilidad de las empresas de telecomunicaciones?
“La conclusión es que se pueden hacer esfuerzos para impulsar la innovación de la industria móvil y conservar los recursos simultáneamente. El sector tiene que entender las oportunidades y los retos y, una vez bien informado, avanzar en consecuencia”, concluye Johnson.