La compra de O2, filial británica de Telefónica, por parte del grupo chino Hutchisonha quedado paralizada. La Comisión Europea considera que esta operación afectaría negativamente a la competencia y la innovación en el sector. En su opinión, este proceso habría dejado solo dos operadores de redes móviles (Vodafone y EE de BT) para hacer frente a la entidad. Este hecho habría acarreado una subida de precios y menos posibilidades de elección para los consumidores, además de afectar a la calidad del servicio al obstaculizar el desarrollo de la infraestructura de redes móviles..
Ante esta negativa, la firma de Hong Kong estudia acciones legales para intentar seguir adelante con la fusión. La compañía indica que lejos que impedir la competencia, la habría impulsado mejorando la cobertura de telefonía móvil, por ejemplo.
Recordemos que Telefónica y Hutchison Whampoa llegaron a un acuerdo de compra en marzo de 2015. Aproximadamente la operación asciende a 13.000 millones de euros.