2024 ha sido un año intenso para Masorange. A finales de marzo se cerró la integración entre MásMóvil y Orange, un proceso que se demoró bastante por las aprobaciones de Bruselas y que supuso concesiones de las que se benefició DIGI. Los siguientes meses a que la nueva criatura iniciara su andadura han sido convulsos con la mudanza de Alcobendas a Pozuelo y recortes de empleo por el camino.
Pese a ello, la operadora aspira a cerrar el ejercicio alcanzando los 7.400 millones de ingresos. “Crecemos en todos los parámetros importantes: ingresos, número de clientes, servicios… y en un mercado complejo con tendencia a la baja en precios”, ha declarado Meinrad Spenger en un encuentro con la prensa. De hecho, no ha desaprovechado la ocasión para matizar: “No entendemos cómo no pasa algo. En Rumanía en más caro comprarse una hamburguesa que contratar una línea móvil. Eso hace pensar…”.
Asimismo, el directivo reconoció que, a pesar de tener la empresa más chula, haciendo cosas chulas para la sociedad, están dando mejor servicio, pero facturan menos. “Y el objetivo es crecer en ingresos”. Detalló que han crecido un 40% en servicios, mientras que el sector ha caído un 38%.
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Elevada carga impositiva
Meini también cargó contra el aumento del 30% del precio en el uso de los conductos de Telefónica, un ascenso que se ha producido justo con la entrada del Gobierno en el accionariado de la operadora. “Esto no puede ser porque te penaliza con la cantidad de millones de hogares a los que damos servicios”. Asimismo, aludió a la presión impositiva de España que está mermando la capacidad de inversión.
Apuesta por la innovación
Otro de los puntos en los que ha insistido Meinrad Spenger es la apuesta de Masorange por la innovación. En este sentido, ha recalcado el despliegue de 5G SA Open RAN con Ericsson, siendo la primera en Europa en esta implementación. De hecho, la telco considera que las redes RAN abierta supondrán una ventaja competitiva, permitiendo conectar con más proveedores.
Por último, mencionó el trabajo que están haciendo para una buena gestión de las pantallas por parte de los jóvenes. Están colaborando con Save the children para el uso correcto del móvil por menores. Una iniciativa que no sólo supone una barrera emocional -por los años que se ha incentivado el empleo de los dispositivos en la sociedad-, “sino un reto tecnológico que funcione en redes propietarias y Wi-Fi”, ha concluido.