José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC), señaló la posición del organismo regulador en un escenario de revolución tecnológica. La CNMC se erige, explicó, como organismo que vela por el bien común, y por encima de los intereses particulares del sector. “Nuestra cuenta de resultados está escrita en términos de cumplimiento o no del interés general”, añadió.
En España, el proceso de digitalización aporta elementos positivos –como el despliegue de infraestructuras-, pero la CNMC detecta también “riesgos relevantes”: la concentración de operadores -“tres es un número nos inquieta”- o el auge de las ofertas convergentes. ¿Por qué este último punto? Marín Quemada señaló que pueden condicionar los precios sin que los consumidores tengan alternativa, y puede obligar a adquirir servicios indeseados, pero que, al presentarse “paquetizados”, tienen que consumirse.
Sobre las sanciones, Marín Quemada dijo que son el último recurso, pero que su organismo las utilizará cuando detecten “conductas desaprensivas con el interés general”. No obstante, indicó que “una buena regulación evita las sanciones”. En cualquier caso, Marín Quemada señaló que el organismo no quiere “ser un impedimento sino un impulsor de la transformación” digital española y europea, basando su actuación en el rigor, la transparencia y la independencia. Sobre este último punto aseveró: “No somos parte del Gobierno y no lo debemos ser, pero sí somos parte del Estado”.
La CNMC trabaja por unas reglas de juego “equilibradas” que impulsen un tejido productivo competitivo. En este sentido, Marín Quemada señaló que “un exceso de regulación estorba” y rebaja la calidad de la sociedad, y matizó que un mercado con mucha competencia precisaría poca regulación, y viceversa.
Después de su intervención, y a preguntas de los medios de comunicación, Marín Quemada desechó un trato de favor para MásMóvil, cuyo consejero delegado, Meinrad Spenger, solicitó un tratamiento especial frente a Telefónica, Vodafone y Orange en este mismo encuentro. “Los tratos de favor no crea usted que encajan muy bien con el rigor, con la transparencia, con la seguridad jurídica y con la independencia”, dijo Marín.
