No ha pasado ni un mes desde que el Consejo de Ministros aprobara la compra de Vodafone España, cuando su comprador, el fondo británico Zegona, ha anunciado que pone en marcha un ERE. Un recorte que afectará a 1.198 personas, más de un tercio de la plantilla.
Zegona, que ha desembolsado 5.000 euros para hacerse con la filial española, explica que esta reestructuración es la única fórmula para “garantizar la viabilidad y la competitividad de la operadora en un futuro”. ¿Las razones? Económicas, productivas y organizativas en tanto en cuanto la telco ha disminuido ingresos y clientes paulatinamente en los últimos años.
Sobre esta operación, José Miguel García -ex consejero delegado de Jazztel y Euskaltel que fue puesto al mando de la telco hace unas semanas-, ha indicado a los empleados de la compañía que su “intención es abordar el procedimiento con la voluntad de alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes. Y me involucraré personalmente para garantizar que así lo sea”.
Vodafone España, que ha renovado la cúpula, con el fichaje de Ángel Álvarez, hasta ahora director comercial de Digi, quiere impulsar nuevas tarifas y servicios con la marca low cost Lowi.
Vodafone ya ha convocado a la representación de los trabajadores para iniciar el periodo de consultas. Por delante, un mes para negociar y alcanzar un acuerdo.