Telefónica ha planteado a los sindicatos mayoritarios de la empresa (UGT, CCOO y Sumados-Fetico), la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para reducir su plantilla en España.
Se inicia ahora la formación de mesas de negociación para determinar las condiciones definitivas y el número exacto de trabajadores que se verán afectados. El primer paso será convocar a los comités intercentros de Telefónica de España, Telefónica Soluciones y Telefónica Móviles, las tres filiales nacionales cuyas plantillas se verán afectadas por este proceso. En la actualidad, entre todas ellas acumulan alrededor de 16.000 empleados, así que la operación podría afectar a 2.500 personas.
Fuentes sindicales han señalado que Telefónica ha justificado el “excedente funcional” de trabajadores con arreglo a la modificación de los servicios de la empresa, a la finalización del despliegue de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), al cierre del cobre y a otros elementos, como la automatización de procesos.
En términos económicos para el grupo, supondrá previsiblemente la provisión de 1.000 millones de euros en sus cuentas de este ejercicio, que se irán compensando con los ahorros en salarios generados. En función de las salidas, estos podrían suponer más de 200 millones de euros al año.
Como han informado desde agencias, UGT exige a Telefónica un convenio que “blinde garantías” ante el ERE y ha reclamado que la empresa clarifique el ajuste de plantilla mencionado en su última reunión. Propone otras medidas como la internacionalización de servicios, el reskilling o jornadas de 35 horas antes que emprender el recorte de trabajadores.
Se trata de la primera vez que Telefónica realiza un ERE desde 2013, cuando cerró su último proceso de estas características. Este expediente supuso la salida de 6.830 trabajadores. Desde entonces, el grupo ha recurrido a los famosos PSI (Plan de Suspensión Individual) para reducir plantilla. El último de ellos se cerró en 2022 con 2.347 trabajadores dejando la compañía.
