Avatel Telecom ha iniciado un ERE que afectará a 849 empleados. La compañía se presentó en sociedad en octubre de 2021 con la ambición de convertirse en el quinto operador nacional. Sin embargo, su historia comenzó mucho antes, en 2011 y en la Costa del Sol, y se ha ido forjando con sucesivas compras de operadores locales.
De hecho, en 2023 compró 25 operadores pequeños desembolsando en esta operación 85 millones de euros. Estas incorporaciones elevaron la cifra de empresas integradas en el grupo a 155 convirtiéndose, de esta manera, en el principal aglutinador del segmento local. Esta expansión nacional respondía al cumplimiento de una hoja de ruta marcada en su plan estratégico y que se focalizaba en el crecimiento orgánico e inorgánico de la firma. Y este proceso le ha pasado factura.
“El sector de telecomunicaciones requiere un elevado grado de concentración para ser rentable y sostenible. Para ello, Avatel ha seguido una estrategia en la que la fase de crecimiento de la compañía se ha cumplido en forma y tiempo con éxito, dando pie al inicio de la fase de ajuste y consolidación de su posición y competitividad a largo plazo”, ha indicado en el comunicado remitido en el que anunciaba la puesta en marcha del procedimiento de despido colectivo.
En algún momento la burbuja iba a estallar. La verdad es que era un secreto a voces en el sector, pues mantener un ritmo de crecimiento así requiere de liquidez y capacidad de respuesta. Incorporar nuevas empresas bajo un mismo paraguas no es sólo estar presente en otras geografías y contar con más personal, supone un proceso de integración -sobre todo de sistemas-, que no resulta tan sencillo. Que se lo digan a Masorange…y a otras muchas compañías que han combinado sus actividades.
Simplificación de la estructura organizativa
Así pues, tanto ha crecido la compañía en estos años que ahora necesita digerir ese sobredimensionamiento y corregir su estructura “con el objetivo de reducir ineficiencias, así como unos niveles insuficientes de productividad”.
En este escenario, con la intención de subsanar tal panorama, Avatel explica que ha llevado a cabo un estudio detallado consistente en analizar la estructura y la organización actual de la plantilla “para identificar las mejoras necesarias que conllevan un trabajo de optimización y simplificación de sus estructuras”.
Lo de siempre, un proceso de reorganización que supone la pérdida de empleos en aras de ganar en eficiencia y viabilidad de negocio a largo plazo. Por lo que han comenzado ya las conversaciones con los representantes legales de los empleados.
“La compañía afronta esta situación desde el máximo respeto a sus profesionales y a sus representantes y con la voluntad de alcanzar un acuerdo, confiando en que las conversaciones con los representantes legales de los trabajadores sean fructíferas y permitirán concluir este difícil proceso en las mejores condiciones posibles para la plantilla afectada”, concluyen.