VMware ha anunciado su estrategia y sus soluciones para las plataformas de aplicaciones en la nube, con las que se permitirá a los desarrolladores la creación y ejecución de modernas aplicaciones que compartan información de forma racional con las estructuras subyacentes, de forma que se pueda maximizar el rendimiento de las aplicaciones, la calidad de los servicios y la utilización de las infraestructuras.
VMware Cloud Application Platform combina el marco de trabajo de desarrollo Java Spring, líder del mercado, con el nuevo VMware vFabric, un conjunto completo de servicios de aplicaciones integradas, con servidor de aplicaciones ligeras, gestión de datos globales, mensajería preparada para la nube, equilibrio dinámico de cargas y gestión del rendimiento de las aplicaciones. El resultado es una completa plataforma para desarrollar aplicaciones en la nube que asegura el rendimiento y la portabilidad entre entornos heterogéneos.
Tal como señalan los fabricantes, “los principios que han definido las aplicaciones para consumo más exigentes, como la escalabilidad integrada, los nuevos modelos de datos o las infraestructuras distribuidas, están influyendo poderosamente en la producción de nuevas aplicaciones de empresa para clientes internos. Estas modernas aplicaciones deben ser compatibles con las interacciones dinámicas con el usuario, el acceso de baja latencia a los datos y la infraestructura virtual, cumpliendo en todo momento las exigencias de seguridad y conformidad de cada organización. VMware vFabric está optimizado de forma única para las arquitecturas de informática en nube cada vez más dinámicas, frente al middleware tradicional que exige un control total de la pila”.
Desde la compañía señalan también que la estrategia que VMware ha utilizado para desarrollar la plataforma de aplicaciones para la nube es un principio básico de la visión de VMware de tecnología como servicio. La idea de tecnología como servicio consiste en optimizar la producción de servicios, creando nuevos modelos de consumo que mejoren considerablemente la agilidad de las tecnologías de la información. De esta forma, se cambia la perspectiva tradicional de la tecnología como centro de costes, para pasar a ser elementos creadora de valor.
