Vicente Chiralt, director de Mkt y Comunicaciones de APC

Publicado el 30 Oct 2008

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Las compañías consumen grandes cantidades de energía eléctrica para sus procesos de producción, pero devuelven al planeta una gran cantidad de desperdicios. En este punto se abre un debate y, a la vez, un desafío para las empresas: ¿Cómo sostener un alto volumen de producción en una compañía en pleno crecimiento, sin contaminar el mundo?

La realidad impone cambios concretos en el desempeño de las empresas. Como el suministro de electricidad se está volviendo insuficiente, ya que a medida que aumenta la demanda a nivel mundial de este servicio, su provisión se vuelve más problemática, las empresas deben contemplar estrategias para hacer frente a esta situación de inminente desabastecimiento de energía eléctrica.

En este contexto comienzan a develarse aristas interesantes, porque con el tiempo descubrimos que las empresas que funcionan adecuadamente, sin derrochar energía, además de disminuir el impacto ambiental pueden obtener una maximización de los beneficios percibidos.

Las diversas fuentes de generación de energía son principalmente los saltos de agua y los combustibles fósiles, todos recursos no renovables que, además de ser muy importantes para cada país, resultan fundamentales para la vida en el planeta. Es necesario tomar conciencia de la relevancia que tiene a nivel global que cada uno se preocupe por moderar los usos que se hacen de éstos recursos. Porque de esta manera, la suma de los esfuerzos individuales convergerán en un gran esfuerzo conjunto, que disminuirá el impacto en la naturaleza.

Con el objetivo de unir los esfuerzos de las empresas preocupadas por la ecología, se formó The Green Grid, un consorcio mundial de empresas dedicado a promover la eficiencia energética en centros de datos y entornos informáticos. The Green Grid no respalda ningún producto ni solución de un fabricante en especial, sino que pretende dar recomendaciones sobre mejores prácticas, parámetros y tecnologías que sean útiles a toda la industria y que mejorarán la eficiencia energética general de los centros de datos. Las empresas interesadas en la eficiencia operativa de los centros de datos pueden ser parte del consorcio en calidad como Miembros Generales o Colaboradores.

Acciones como ésta nos hablan de una inclinación de las empresas a la adopción de políticas ambientales favorables. Pero, es necesario superar las políticas de Responsabilidad Social Corporativa, que aunque formen parte de una iniciativa muy válida y respetable, no resulta suficiente si la misma compañía que la impulsa opera ineficientemente, con consumos de energía descomunales, produciendo una gran cantidad de residuos. Se trata de empezar por uno mismo, por tomar conciencia de que la propia empresa también está inmersa en esta vorágine y que se debe comenzar por la mejora de los procesos propios.

Alcanzar la eficiencia en los procesos de producción está al alcance de todos. No es necesario contar con una estructura institucional enorme, ni hacer una inversión colosal para afrontarla, de hecho, en este último tiempo muchas Pymes han incorporado a su esquema de negocios los adelantos que ofrecen las industrias de tecnología, con el objetivo de conseguir mejoras en los procesos de administración y producción, que permitan generar un incremento de las ganancias percibidas por la empresa.

A su vez, el ingreso de nuevos equipamientos tecnológicos suele acarrear desventajas, porque muchas veces se genera un consumo desmedido de energía que, como ya dijimos, además de generar grandes pérdidas de rentabilidad para las compañías, produce severos impactos en el medio ambiente.

La principal fuente de consumo eléctrico desperdiciado en las empresas lo constituye la tecnología informática, equipos de aires acondicionados e iluminación. Muchas veces se adquieren equipos sin el asesoramiento adecuado y se terminan realizando inversiones injustificadas en equipos sobredimensionados, que ocasionan grandes ineficiencias en la utilización de la energía y un incremento en los costos de la organización.

Pero estos fallos pueden preverse, incluso evitarse, eligiendo los equipos adecuados para los requerimientos de la empresa. Asiduamente las compañías en procesos de crecimiento invierten en equipos de mayor tamaño, por temor a desembolsar un monto importante de dinero en equipos que resulten insuficientes en el corto plazo; pero una arquitectura escalable modular de SAI y Aire Acondicionado, permite aumentar la capacidad del equipo adquirido a medida que la ampliación se produzca. Además permite un ahorro de entre un 10 y un 30 % de la energía utilizada.

La clave está en invertir desde el inicio en el equipo apropiado e ir aumentando su capacidad a medida que el crecimiento de la organización es efectivo. De esta manera se conseguirá optimizar el consumo de energía, lo que permitirá un funcionamiento eficiente de la empresa, generando, por un lado, un incremento de las ganancias y, por otro, una disminución del impacto ecológico.

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Redacción

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