Tenemos que poner en orden la casa de la nueva Lucent

Para Antonio Alemán, consejero delegado de la filial española, el fin de las conversaciones con Alcatel despejan la problemática de una fusión muy complicada.

Publicado el 11 Jun 2001

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El fin de las conversaciones con Alcatel es un punto más en esa relación de pasos del plan Schacht, que sintetizan la andadura de Lucent en los últimos meses. Así, en enero la corporación presentaba una estrategia para reducir a cuatro las hasta entonces once unidades de negocio de la firma, eliminando en el proceso unos diez mil empleos. Un mes después Schatcht consiguió un balón de oxígeno una línea de crédito de 6.500 millones de dólares (1,3 billones de pesetas/7.618 millones de euros). Dos meses después la compañía comunicó los esperanzadores resultados del segundo trimestre de su año fiscal casi 6.000 millones de dólares en ingresos, un 36 por ciento más que el mismo periodo del año anterior, aunque todavía pérdidas operativas de casi 2.000 millones de dólares.

Enfocar la marcha de Lucent es cuestión de tiempo y de orientación – es el lema de Schacht- no hace falta magia ni nuevos conocimientos tan solo trabajar duro en la dirección correcta. Un lema sencillo, para muchos insuficiente para superar el picado del fabricante, que ha decidido mantener su visión de proveedor global de productos y servicios para todos los segmentos del mercado; mejor que concentrarse en soluciones y en nichos de mercado concretos.

Ante esa situación nada positiva para una compañía en la que la confianza de sus clientes es ventaja competitiva, Lucent corre el riesgo de perder el primer puesto del mercado, incluso algunos analistas predicen que pueda caer alguno más. Razones coyunturales, como el parón de las telcos americanas y algunas europeas, pero también problemas provocados por la estrategia de amplio espectro aplicada por el anterior CEO, Richard McGinn, decidido a crecer en ingresos y en participación de mercado aun a cambio de aplicar prácticas contables y de financiación de proyectos que han costado a la compañía la cotización y a McGinn el puesto.

Mientras la avalancha de problemas amenazan con el fin de la compañía, la perspectiva desde España es, por contraste, optimista.

Para Antonio Alemán, máximo responsable de la filial, es un buen momento para Lucent por muchas razones, a pesar de que el sector no se ve con las mismas energías de hace un año. A diferencia de otros países, estamos poco menos que abordando la convergencia entre las tecnologías de la información y las comunicaciones. Y en esa convergencia el papel de las comunicaciones será extraordinariamente importante. Es verdad que estamos en un año complicado, pero ni el sector estaba para los crecimientos del año 1999, como tampoco para los decrecimientos de finales del 2000 y principios de éste. Si nos fijamos en comportamientos del mercado, cómo evoluciona el tráfico de datos, cómo evoluciona la movilidad, Internet, son factores que llamamos la nueva economía o economía con una nueva visión. Se ha desinflado la burbuja, pero los parámetros claves de la evolución de este sector siguen vigentes.
En este sentido, Antonio Alemán destaca el enorme cambio de Lucent en los últimos cinco años.

Hoy más del 60 por ciento de la facturación se realiza fuera de los Estados Unidos. En los últimos años se han adquirido 40 nuevas compañías y se han realizado otros tantos acuerdos de capital riesgo. Si contemplas una compañía con una cultura como la de Lucent e intentas digerir todo esto en tan poco tiempo, es fácil encontrarse con problemáticas que tienen solución pero que repercuten en el portafolio de producto y también desde un punto de vista organizativo, explica Alemán.

En el resto del sector ha habido un excesivo optimismo y nos hemos creído que los números que se barajaban eran los crecimientos que se iban a producir. Era una situación irreal y ya se han racionalizado las expectativas los terminales de móviles ya no son el boom increible, UMTS sigue siendo elemento dinamizador que sufre un retraso en su lanzamiento posiblemente lógico, pero que ha condicionado el panorama y a cambio tenemos el GPRS, que más que generación 2,5 debería redondearse a la baja porque está más cerca de la segunda que de la tercera, aunque bien es cierto que nos va a permitir empezar a experimentar con los servicios de movilidad, pero no más, puntualiza el directivo de Lucent.

Por parte de los Gobiernos, según el análisis de Alemán, las políticas de licencias han contribuido a drenar recursos en el sector.

Todo ello ha afectado al desarrollo del sector y también a la presión que los proveedores estamos recibiendo desde los operadores.
Poner la casa en orden para la nueva Lucent es la principal tarea en estos momentos. Nuestra situación en España es buena. Estamos hablando de una compañía que es la tercera de Europa tiene una gran relevancia a nivel europeo.

Así, Antonio Alemán considera que la filial española de Lucent aparece como una compañía considerada en Europa y consolidada en España. Una situación que conecta con un buen momento del mercado, con unos drivers importantes como es toda la parte de bucle, Internet móvil y redes ópticas. Lucent está en todos los niveles de la red, desde el acceso al núcleo, conmutación óptica, VoIP, en definitiva todo lo que requiere una operadora. No olvidemos que en los móviles TDMA somos líderes, en UMTS vamos a tener presencia en los mayores proyectos y operadoras. Y cuando hablamos de UMTS es básico resaltar que no se trata sólo del despliegue de radio es el acceso a una red convergente en voz y datos y que debe permitir servicios de valor añadido. UMTS va a ser el catalizador de todos los servicios y no vamos a pasar de puntillas, explica Alemán.

Pero el mundo no se puede ver sólo a través de UMTS, ni tampoco las redes. Lo importante es que la red tenga la inteligencia suficiente como para hacer la convergencia que se requiere. La conmutación óptica, otra aportación de los Bell Labs, es absolutamente fundamental para que las redes puedan asumir el tráfico necesario para las nuevas aplicaciones. Y además para soportar la inteligencia necesaria para que no sólo exista una tecnología de radio, de transporte o de conmutación sino para que al final el operador sea capaz de definir un servicio, de suministrar ese servicio y de facturarlo. La cadena de valor está cambiando, la funcionalidad aportada por las redes es mayor y esto es lo que va condicionar cómo se van a definir los servicios.

Lucent por otra parte, incide en factores como innovación, valor añadido, soluciones avanzadas, así como en la forma de atacar los mercados. Si nos ponemos en la piel de los operadores, hay cuatro ingredientes esenciales en sus respectivos modelos de negocio coste de las licencias, coste de la inversión en capital, participación de mercado y por último, el ARPU, la media de ingresos por cliente. Y ya en el detalle, los dos más importantes son la participación de mercado y el ARPU, subraya. De hecho, si varías un 20 por ciento la inversión en capital, tienes unas repercusiones en tu retorno que no son significativas. Si varías un 20 por ciento el ARPU, de los 40 dólares a los 48, se dispara el retorno de la inversión. Esa es nuestra premisa en la nueva Lucent hacer que las inversiones de los operadores sean rentables y eso requiere de nosotros una proximidad mucho mayor a los clientes y un posicionamiento como partner, pero más que partner tecnológico como business partner.

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Redacción RedesTelecom

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