Las preocupaciones medioambientales y el cumplimiento de las normativas seguirán marcando la agenda de los responsables de tomas de decisiones en las empresas en lo que respecta a almacenamiento. Así, las principales empresas deberán fijarse cuotas para las emisiones de carbono. Una de las principales fuentes de emisiones de carbono procede de la generación de electricidad. El aumento de la demanda de la energía, el ancho de banda de red y la capacidad del almacenamiento incrementarán la necesidad de energía y refrigeración en el data center.
Por otro lado, la incertidumbre económica –debido al colapso del mercado de la vivienda en los EEUU, los altos precios del petróleo y la caída del dólar- provocará presupuestos ajustados en TI. Hacer más con menos impulsará la búsqueda de nuevas formas de consolidar los recursos de TI a través de la virtualización, el aumento de la utilización de los recursos como la capacidad del almacenamiento y el ciclo del servidor, la eliminación de redundancias donde sea posible a través de la de-duplicación y almacenamiento en instancia única, y reducir el sistema de trabajo en la producción de datos a través de la mayor utilización de los productos de archivado.
La explosión de información estructurada (bases datos), semi-estructurada (correos electrónicos) y no estructurada (RFID) llevan a la necesidad de archivar datos con el fin de reducir el trabajo de los sistemas de producción. Por ello, los nuevos sistemas de archivo podrán escalar a petabytes y proporcionar la capacidad de búsqueda de contenido a través de diferentes modalidades de datos.
Además, habrá una creciente conciencia de que el almacenamiento de datos se ha convertido en ineficiente, de baja utilización, almacenamiento desestimado, demasiadas copias redundantes, bajas velocidades de acceso, búsqueda ineficiente y migración y movimientos disruptivos. Nuevas arquitecturas de almacenamiento -que puedan escalar rendimiento, conectividad y capacidad no disruptiva a múltiples petabytes- serán necesarias para cumplir con estos cambios de la demanda. También debe ser capaz de proporcionar nuevos datos y servicios de almacenamiento como multi-protocolo y búsqueda común, a través de dispositivos de almacenamiento heterogéneo, con gestión centralizada y protección segura. La movilidad de los datos, disponer de una Unidad de control de la virtualización de almacenamiento así como de un almacenamiento orientado a servicios serán otros requisitos claves.
