Telefónica alcanza el podio de las operadoras globales

Una vez sofocada la crisis de la burbuja tecnológica, el Grupo Telefónica ha sabido aprovechar el favorable contexto económico de las TIC, en especial de las telecomunicaciones, para acometer un proceso de transformación que lo ha convertido en un operador global en apenas cuatro años.

Publicado el 22 Oct 2007

El éxito procede tanto de una serie de desinversiones, -su participación en el negocio mediático con la productora de Gran Hermano Endemol, el portal Lycos, varias cadenas de radio y televisión o la venta de TPI Páginas Amarillas a Yell Group-, como de nuevas incorporaciones de negocios en Europa y América Latina durante los pasados ejercicios, centrándose en los negocios de telefonía móvil (motor del crecimiento de la operadora) y banda ancha. Cesar Alierta, presidente de la compañía, indicaba en la carta introductoria del informe anual de 2006 que los buenos resultados obtenidos en dicho año respondían a cuatro ideas básicas: más crecimiento sin descuidar la rentabilidad, mayor escala pero también diversidad.

Dichos valores se reflejan en las cifras de la compañía en cuatro diferentes magnitudes:

-En ingresos (crecimiento): durante 2006 la facturación alcanzó los 52.901 millones de euros, con un crecimiento del 41,5 por ciento respecto a 2005. Durante el primer semestre del 2007, se habían obtenido ya un total de 27.826 millones de euros, lo que representa un 10, 6 por ciento de crecimiento interanual.

-En beneficios (rentabilidad): en 2006, Telefónica obtuvo según su informe anual- el mayor beneficio neto en valor absoluto del sector de telecomunicaciones europeo, con un importe de 6.233 millones de euros, un 40,2 por ciento superior al de 2005. En el primer semestre de 2007, los beneficios alcanzan los 3.830 millones, lo que representa un 66, 4 por ciento de crecimiento acumulado.

-En número de accesos (escala): el crecimiento orgánico y las adquisiciones permiten al Grupo situar el total de accesos por encima de los 203 millones a diciembre de 2006, un 32 por ciento superior al registrado en diciembre de 2005. En términos netos, la base de clientes de la compañía creció casi en 50 millones de accesos. Volviendo al primer semestre de 2007, la base de clientes ha ascendido ya a 212,6 millones de accesos, un 11,3 por ciento más gracias ya no tanto a las adquisiciones como a la actividad comercial mantenida por la compañía.

-En número de países (diversidad): Tras la compra de Bellsouth en Latinoamérica y O2 en Europa, Telefónica tiene presencia en más de 23 países, entre los que se cuentan algunas de las principales economías de ambos continentes, regiones en las que se combinan los mercados emergentes (impulsores del crecimiento de la compañía) y maduros. En 2006, sus ingresos procedieron en un 38 por ciento de España, un 26 por ciento del resto de Europa y un 35 por ciento de Latinoamérica. Durante el primer semestre de 2007, la proporción se sitúo en un 36,6 por ciento procedente de Telefónica España, un 34,6 por ciento perteneciente a Telefónica Latinoamérica y un 25,4 por ciento de la contribución de Telefónica O2 Europa.
Los resultados abruman incluso a los propios directivos de la compañía. Julio Linares, presidente de Telefónica España, afirma que la operadora vive un momento especialmente bueno “como hacia tiempo que no veía, y todo ello teniendo en cuenta mi antigüedad en la empresa -se incorporó a las filas de Telefónica en 1970-. La multinacional supera hoy cualquier previsión que se pudiese hacer unos años atrás, y nuestra buena situación deriva de haber puesto el foco en dos puntos geográficos estratégicos, los mercados latinoamericano y europeo, en los cuales ocupamos una sólida posición”.

En efecto, si en 1999 la compañía contaba con presencia en ocho países y 62 millones de accesos, no es hasta 2004 año en el que se adquiere la empresa Bellsouth en Latinoamérica- cuando Telefónica comienza su meteórica expansión internacional, alcanzando catorce países en 2004, diecinueve en 2005, veintitrés en 2006 y como apunta Linares- veinticinco en 2007. “Hemos colmado las expectativas y pretensiones; en adelante la evolución es tender al crecimiento orgánico y reforzarnos en algunos países donde ya estamos instalados. Es una satisfacción crecer a este ritmo, superior al de los operadores similares. Podemos afirmar hoy que hemos cumplido con las promesas”.

La compañía invirtió durante el ejercicio pasado más de 8.000 millones de euros, un 55,5 por ciento superior al volumen de 2005, con una clara orientación a los negocios que están en crecimiento: banda ancha y movilidad. “El primer semestre de este año hemos experimentado un crecimiento orgánico tanto de ingresos como de Ebitda superior al siete por ciento; y hemos crecido, sobre todo, en banda ancha y móviles”, afirma Linares.

En cuanto a su carácter de compañía global, Telefónica presenta hoy un perfil muy equilibrado, ya que los países externos al mercado doméstico incrementaron su contribución a los ingresos consolidados hasta el 62,1 por ciento en 2006. Dicho equilibrio geográfico, unido a la convergencia de servicios y tecnologías, determinó una nueva estructura organizativa más sencilla e integrada que la anterior- en torno a tres regiones geográficas: España, Latinoamérica y Europa.
Telefónica O2 Europa es la división del Grupo encargada de la explotación de servicios de telefonía fija, móvil y banda ancha en el viejo continente. En concreto, esta unidad de negocio desarrolla operaciones en Reino Unido, Irlanda, Alemania, República Checa y Eslovaquia.

Mientras que las adquisiciones en Latinoamérica han seguido un ritmo continuado a lo largo de los años 90 y más tarde con la compra de Bellsouth, el asalto a Europa fue rápido, contundente y, a diferencia de la incursión en 2000 con las licencias UMTS, muy exitoso. Si en 2004 poco más de un cuatro por ciento de los ingresos provenía del continente, en 2006 esta región alcanzaba un porcentaje el 26 por ciento del Grupo.

Es de alabar el arrojo de Telefónica, teniendo en cuenta que aún hoy sigue empantanada en juicios para tratar de recuperar lo invertido en el año 2000 en las licencias de UMTS en Alemania, Austria, Italia y Suiza, cuyo valor se esfumó de un día para otro.

En Austria, Telefónica logró en 2003 vender la licencia que adquirió por 117 millones. Por el contrario, el consorcio IPSE, controlado por Telefónica Móviles, preparaba en 2006 un recurso contra la decisión del Gobierno italiano de retirarle la licencia UMTS, por la había pagado la friolera de 4.370 millones de euros (de los que 1.490 correspondían a Telefónica). También ese mismo año, el regulador suizo de las telecomunicaciones anunció la retirada de la licencia que tenía en el país adquirida por 33,3 millones de euros- y advirtió que no habría compensaciones. Telefónica también ha recurrido la decisión. El caso más sangrante es el de Alemania donde, de seguir adelante la decisión del Gobierno germano, Telefónica perdería hasta 4.845 euros, algo más de la mitad del coste total de la licencia (la parte restante fue desembolsada por su socio entonces, Telia Sonera). Mientras tanto, la operadora ya limpió de sus cuentas las cantidades multimillonarias pagadas por las licencias de telefonía móvil de tercera generación en Europa y no son muchas sus esperanzas de recuperar el dinero invertido en 2.000.
La segunda incursión en Europa comenzó en julio de 2005 con la compra de Cesky Telecom, la principal operadora de telecomunicaciones en la República Checa, que añadió a los resultados de la compañía un 2,7 por ciento de los ingresos consolidados. Aún de mayor calado fue la adquisición de O2, operadora que da nombre a la división europea del Grupo y que posee más de 25 millones de clientes. Respecto a la marca elegida para el continente europeo, Linares afirma lo siguiente: “La compañía opera con una marca paraguas que es Telefónica, y debajo de esta hay otras dos (Movistar y O2) en países distintos. En este momento, O2 es la mejor solución dada la cultura de su empresa y por el gran reconocimiento que posee en Inglaterra. En este momento lo más sensato es que continúe operando con ella, aunque no se habla de una marca eterna”.

Del crecimiento total de los ingresos en 2006 (un 40,2 por ciento respecto a 2005), un 32,1 por ciento procedió de la incorporación de O2, Telefónica O2 República Checa, Telefónica Telecom e Iberbanda (compañía proveedora de tecnología WiMAX).

En febrero de este año, Telefónica continuó con su política de adquisiciones, aunque de forma más discreta, comenzando a desarrollar su actividad comercial en Eslovaquia, un mercado emergente donde la facturación creció un 3,1 por ciento en el primer semestre de 2007, hasta alcanzar 1.095 millones de euros, mientras que el número de usuarios llegaba en junio a los 455.000.

Esta vez sin miedo, la operadora dispone en este país de su propia licencia UMTS, al igual que en Marruecos, y ha comenzado sus operaciones 3G en Reino Unido e Irlanda. En esta ocasión parte con ventaja, puesto que cuenta con un negocio ya establecido a la hora de desarrollar su comercialización.

En cuanto a su situación actual, el importe neto de la cifra de negocios de Telefónica O2 Europa en el primer semestre ha sido de 7.068 millones de euros (frente a los 5.828 millones de enero a junio de 2006). Entre las acciones llevadas a cabo este año destacan, junto con la entrada en Eslovaquia, la venta de Airwave -compañía especializada en servicios de comunicaciones digitales de seguridad para los servicios de emergencias y la policía de Reino Unido-, y los escollos que en el mercado alemán de telefonía móvil ha encontrado la compañía que preside Cesar Alierta, que ha optado por lanzar una marca de bajo coste para competir con sus rivales. Julio Linares advierte que, en Europa, “la evolución depende de cada país: por ejemplo, en Alemania la elasticidad al precio no es la que se esperaba. Pero O2 es un ejemplo de como la integración se puede llevar a cabo de una manera fluida”.
Como buen mercado emergente, Telefónica Latinoamérica continúa presentando un fuerte crecimiento de sus accesos totales (121,8 millones con un crecimiento del 13,9 por ciento anual en el primer semestre de 2007) gracias al fuerte incremento de la banda ancha y a la fortaleza en el mercado móvil. Así, los clientes de telefonía celular superan ya los 90,6 millones, con un crecimiento interanual del 18,6 por ciento, mientras que los accesos minorista a Internet de banda ancha del grupo continúan con un fuerte ritmo de incremento aproximándose a los 4,4 millones de accesos, lo que supone un aumento interanual del 36,8 por ciento. Por países, México es el que ha experimentado un mayor crecimiento, seguido de Venezuela y Argentina, mientras que Brasil sigue siendo el mayor contribuidor en términos absolutos a los ingresos de Telefónica Latinoamérica con un 38,3 por ciento. “En Latinoamérica yo destacaría México, con un fuerte incremento de las líneas hasta llegar a los 10 millones de clientes; y Brasil VIVO, que ha mejorado con el cambio que hemos realizado a la telefonía GSM”, subraya el presidente de Telefónica España.

En este contexto positivo, Telefónica presentaba el informe “DigiWorld América Latina 2007”, en el que se ponía de relieve las posibilidades de este continente, en el que los mercados digitales están creciendo a un ritmo medio anual entre 2003-2004 del 14 por ciento, más del doble de las tasas de crecimiento en Europa o Estados Unidos. Después de la crisis financiera atravesada por Latinoamérica en 2001-2002, la operadora ve recompensadas sus inversiones en el continente (hasta 77.000 millones de euros, entre adquisiciones e infraestructuras, desde el inicio de la década de los 90).

La compañía prevé conseguir 35 millones de clientes más en Latinoamérica en 2009 y llegar a los 150 millones. Para ello, los mayores crecimientos se esperan en el sector de la telefonía móvil, que alcanzará una penetración del 74 por ciento con cien millones de clientes adicionales en la zona, de los que Telefónica prevé conseguir el 35 por ciento, y de la banda ancha con el 14 por ciento en 2009.

Tras las compras realizadas las más recientes las de Bellsouth y Telefónica Telecom en Colombia-, estos crecimientos se obtendrán con la gestión del actual tamaño de la multinacional, según ha declarado el director del Grupo para la región, José María Álvarez Pallete, aunque no descarta que se pueda producir alguna compra si se presenta la oportunidad. De hecho, el tema más candente en la actualidad se refiere a la posible compra del 50 por ciento que Portugal Telecom tiene en VIVO (la operadora comparte con Telefónica la gestión de la compañía) para hacerse con el cien por cien. “Para ello afirma Pallete- la operadora portuguesa debe querer realizar la operación”.

En la misma dirección se pronuncia Linares, Evidentemente nos gustaría comprar la parte de VIVO que tiene Portugal Telecom pero habrá que esperar plazos y turnos, ahora no me consta que haya ninguna fecha marcada. La operación de VIVO viene desarrollándose bien, y la mejor noticia es que VIVO tenga los resultados que tiene y que crezca cada día en Brasil y se refuerce con la red GSM”.
De cara al futuro, Telefónica avanzaba en su informe anual de 2005 su intención de alcanzar en 2009 unos 255 millones de accesos en todo el mundo, lo que supondría un incremento del 41 por ciento respecto a los 181 millones de usuarios con los que contaba ese año. A cierre del primer semestre de 2007, el número de accesos supera ya los 212 millones, por lo que dicho objetivo no sólo no parece desmesurado, sino que podría incluso corregirse alza. El mayor empuje, según se afirmaba en dicho anuario, procede del negocio de telefonía móvil, en el que casi duplicaría su cartera de clientes para 2009 con respecto a 2005, hasta llegar a los 186 millones de líneas (durante el primer semestre de este año eran ya 154,9 millones, suponiendo un crecimiento del 15,1 por ciento sobre junio de 2006); y del ADSL, cuyas previsiones apuntan a duplicarse también con respecto a dicho periodo, de 7 a 16 millones.

En suma, Telefónica ha dejado atrás los años de la crisis y sus vaivenes financieros para adoptar una estrategia sólida que le ha convertido en referente de las telecomunicaciones en Europa. En la actualidad, la compañía puede presumir de estar incluida en el índice Dow Jones Global 50 Titans (donde se integran las 50 compañías más importantes del mundo) y de haber cerrado el año 2006 siendo el tercer operador de telecomunicaciones mundial por número de clientes, sólo por detrás de compañías chinas que operan a nivel local.

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Redacción RedesTelecom

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