Telecomunicaciones, eficiencia energética y TCO

Publicado el 15 Jun 2009

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La reducción del consumo energético es una de las principales preocupaciones de las empresas. Por ese motivo, la búsqueda de fórmulas que permitan reducir el consumo de energía, y por tanto las emisiones de CO2 con el objetivo de aminorar el impacto medioambiental, es una tarea fundamental en toda compañía. También es, por supuesto, un objetivo prioritario de las operadoras de telecomunicaciones.

Asuntos como el calentamiento global y la desaparición de recursos naturales están llevando a las empresas a diseñar planes de eficiencia energética. Existe también una gran presión por parte de los Gobiernos que buscan alcanzar una mejora en este sentido en las organizaciones de todo el mundo y legislan en consecuencia. Ahora bien, mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto de las emisiones no es una tarea fácil. Aunque es cierto que las empresas tienen una gran parte de responsabilidad en el consumo energético, se enfrentan a una demanda cada vez mayor de sistemas y servicios que hacen que sea muy difícil reducir el uso de electricidad y, por lo tanto, las emisiones de CO2 y el impacto de las mismas en nuestro entorno.

De acuerdo con los datos de 2008 de la IEA (International Energy Agency) el consumo global de energía se incrementó un 73% y las emisiones de CO2 un 79% de 1973 a 2006. Con esto podemos hacernos una idea de la gran importancia que tiene el hecho de contar con un plan de eficiencia energética y protección medioambiental. Desde un punto de vista general, el desarrollo de una infraestructura de telecomunicaciones sólida puede tener un gran impacto a la hora de reducir el consumo energético. Por ejemplo, es evidente que las llamadas telefónicas, videoconferencias y otras aplicaciones de las telecomunicaciones reducen la necesidad de desplazamientos y el uso de otras herramientas que requieren un mayor consumo energético. Internet, los SMS y la mensajería instantánea juegan un importante papel al reducir la dependencia de los medios impresos. El hecho de vivir en una sociedad globalizada en la que no existen fronteras ha creado una clara dependencia de los entornos informáticos y de los sistemas de telecomunicaciones que a su vez nos permite cierto ahorro energético en muchos sentidos.

Es fundamental destacar que el ahorro energético y la reducción de emisiones no sólo están relacionados con la responsabilidad social de una empresa y el cuidado del medio ambiente, sino que también tienen un claro impacto en la reducción de los costes operativos de las organizaciones, mejorando, por tanto, su rentabilidad y competitividad.

Podría pensarse que la manera más eficiente que tienen las empresas, particularmente las operadoras, de alcanzar el objetivo es recurriendo a los sistemas de energía renovable, pero en muchas ocasiones estos sistemas se encuentran limitados por las condiciones atmosféricas y no son aplicables en equipos tradicionales. La dificultad que tiene implementar estos sistemas lleva a las empresas a buscar soluciones alternativas que se encuentren a su alcance y respondan a estos objetivos. La creación de una infraestructura que respete el medio ambiente y a su vez mejore la rentabilidad de una compañía no es algo imposible. La rápida evolución tecnológica puede ser aprovechada también para una mejora de la infraestructura de telecomunicaciones.

En los últimos años se ha alcanzado una gran madurez en los sistemas informáticos y de telecomunicaciones de las empresas, ofreciendo un alto rendimiento, pero el aspecto energético quizá se ha tenido menos en cuenta. Es ahora cuando las empresas y organizaciones están situando el consumo de electricidad como una de las prioridades para sus sistemas TIC. En este sentido, se están tomando medidas como la instalación de blade servers, que proporcionan un menor consumo energético. También es destacable el impacto que puede tener la red de telecomunicaciones en el consumo energético, por ejemplo las arquitecturas de red ALL IP pueden reducir notablemente el consumo de energía y el TCO si lo comparamos con las arquitecturas tradicionales TDM. La arquitectura ALL IP puede reducir un 20% el TCO, del cual una gran parte viene de la reducción del consumo energético.

El compromiso de Huawei
Huawei está firmemente comprometida con el objetivo de incrementar la eficiencia energética de sus sistemas y ayudar a las operadoras a reducir el TCO de sus redes mediante el desarrollo de tecnologías eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Ya en el año 2000, Huawei fue una de las primeras empresas en el mundo que respondió al plan de protección medioambiental y ahorro de energía desarrollando el concepto “Green Network” que abarca la planificación, el diseño, procesos de I+D, producción y uso de los productos. Este concepto considera el ahorro de energía como uno de los elementos clave en la actividad de una compañía. Todos los productos actuales de Huawei consumen alrededor de un 30% menos de energía que los tradicionales. La estrategia “verde” de Huawei incluye elementos como redes end to end, redes core y la a utilización eficiente en redes de transmisión para proporcionar el mejor servicio al menor coste y minimizando el consumo energético, así como facilitar el uso de fuentes renovables de energía.

En 2008 Huawei se adhirió a GeSI, Global e-Sustainability Initiative, iniciativa que apoya el desarrollo sostenible promoviendo prácticas y tecnologías comerciales que ahorren energía, contribuyendo a eliminar la brecha digital, con el objetivo de promover el estudio alternativo de fuentes de energía y protección medioambiental. En 2007 se desplegaron 100.000 estaciones base “verdes” de Huawei, con una reducción de emisiones de 170.000 toneladas de CO2 frente a las emisiones de equipos tradicionales.

Hay que considerar que a corto y medio plazo las redes de comunicaciones serán cada vez mayores debido a la gran demanda de servicios móviles por parte de los usuarios en países desarrollados y la demanda de servicios de banda ancha de alta capacidad. Esto supone un mayor número de equipamientos con el consiguiente impacto medioambiental. Por ello las operadoras y otros agentes relacionados con la industria continuarán buscando soluciones para reducir los costes y el impacto medioambiental. En este sentido, la cooperación de los proveedores con las operadoras es fundamental para desarrollar y lanzar servicios más respetuosos con el medio ambiente, reducir las emisiones de carbono y a mejorar el TCO de las redes.

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Paolo Gemma

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