Sony Ericsson acaba de hacer público que ha variado su previsión de resultados que anunciaban ganancias para este año. Como motivos de peso, la firma ha aludido a que los costes de reestructuración y las pérdidas podrían ser mayores de lo que se esperaban en el segundo semestre.
La firma ha anunciado que las pérdidas correspondientes a este periodo ascienden a 88 millones de euros, unas pérdidas que si se excluyen los costes de reestructuración (58 millones de euros), se rebajarían hasta los 33 millones, representando una considerable mejora si se compara con el déficit del primer trimestre de 104 millones de euros.
Por su parte, Ericsson ha anunciado que ha logrado un contrato por valor de 500 millones de dólares con la filial estadounidense de T-Mobile para ampliar y mejorar la red de telefonía móvil. En concreto, la compañía sueca instalará equipos capaces de operar con las normas GSM, GPRS y EDGE en dos estados norteamericanos que permitirán mejorar la red existente actualmente.
