Ganó el Brexit. Hasta la climatología se puso en contra de los partidarios de la permanencia en el seno de la Unión Europea. Los partidarios del Leave al final se impusieron a la lógica económica y ganaron a los que apostaban por la permanencia en la UE. Las primeras reacciones a la noticia ya se están haciendo sentir en todas las Bolsas del continente que sufren caídas en picado mientras que la libra esterlina se desploma a niveles de 1985.
Aunque conviene recordar que el Reino Unido nunca ha sido un país plenamente integrado en las instituciones comunitarias, con moneda propia, que no participa de Shengen y con ciertas condiciones ventajosas en el seno de la UE, la salida abrupta podría llevar a provocar un colapso de la economía que afectaría fundamentalmente a las familias de clase media. La inmediata subida de impuestos para hacer frente a los efectos perjudiciales del Brexit afectaría al bolsillo de todos los británicos y también de algunos de sus socios europeos.
Como uno de ellos España no sería inmune a los efectos de un Brexit debido a sus fuertes conexiones con UK. Según un informe de Funcas, la economía española mantiene un superávit comercial con el Reino Unido por valor del 1,3% del PIB. A diferencia de otras economías de la UE, España mantiene ese superávit tanto en la balanza de bienes como en la de servicios.
Reino Unido es el cuarto mercado más importante para las exportaciones de productos españoles y representa un 7,3% del total. Asimismo, es un mercado especialmente importante para las exportaciones españolas en los sectores del transporte (vehículos, trenes y aviones) y alimentario (frutas y verduras). El Reino Unido es el principal destino de la inversión directa extranjera, representando el 14% del total. Las inversiones españolas se centran específicamente en los sectores financiero, de telecomunicaciones y de suministro energético. Por su parte, el Reino Unido es el quinto mayor inversor en España, donde posee importantes inversiones en los sectores de telecomunicaciones y tabaco.
La inversión española en el sector financiero del Reino Unido es especialmente importante. De todos los países europeos, el sector bancario español tiene las mayores inversiones en el sector bancario privado del Reino Unido, solo por detrás de Estados Unidos.
Además, la mayoría de los análisis económicos llegan a la conclusión de que el Brexit posiblemente tenga consecuencias negativas a largo plazo para la economía interna del Reino Unido. La depreciación de la libra esterlina, el aumento de la prima de riesgo, la caída bursátil, la salida de capitales, la menor oferta laboral, la pérdida de trabajadores cualificados o el incremento de los aranceles serán sólo algunas de las consecuencias negativas a las que se enfrenta el Reino Unido si se confirma el Brexit.