Realme ha anunciado sus planes de expansión en el mercado del Internet de las Cosas (IoT) para 2025. La estrategia se centrará en nuevos lanzamientos de auriculares inalámbricos y relojes inteligentes, con el propósito de fortalecer la vinculación con su ecosistema de smartphones y adaptarse a distintos perfiles de usuario.
En el centro del plan está el desarrollo de productos más accesibles y funcionales, con especial atención a la relación calidad-precio. La empresa ha confirmado que a partir de mayo estará disponible un nuevo modelo de entrada en la categoría de auriculares, con un precio inicial de 24,99 euros. Con este movimiento, realme busca acercar los dispositivos True Wireless Stereo (TWS) a un mayor número de consumidores, incluyendo a aquellos que hasta ahora no habían accedido a este tipo de tecnología.
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Los nuevos auriculares Realme
El segmento de audio será uno de los pilares del crecimiento previsto. Tras el lanzamiento de los realme Buds Air7 junto a su serie 14 Pro, la marca planea ampliar su catálogo a lo largo del año con más opciones dentro de la Air Series. Estos nuevos modelos incluirán mejoras en la cancelación activa de ruido (ANC), funciones de audio espacial y un diseño más elaborado.
La compañía también ha adelantado que lanzará un nuevo formato de auriculares bajo el nombre de Open Wearable Stereo (OWS). Se trata de una apuesta por un diseño abierto que promete una experiencia más cómoda, sin comprometer la calidad del sonido. Este formato apunta a usuarios que buscan un uso prolongado sin el aislamiento completo que ofrecen los auriculares tradicionales.
Los lanzamientos se alinearán con la llegada de nuevos smartphones, lo que sugiere un enfoque coordinado para fortalecer la experiencia del usuario dentro del ecosistema realme. La compatibilidad cruzada y la sincronización entre dispositivos serán claves en esta etapa de expansión.
Tecnología wearable centrada en el uso cotidiano
En el ámbito de los relojes inteligentes, la marca tiene previsto introducir un nuevo modelo a finales de 2025. Este dispositivo estará enfocado en el seguimiento de la salud y la actividad física diaria, con especial énfasis en la autonomía de la batería y la facilidad de integración con el teléfono móvil.
El reloj contará con herramientas básicas de monitorización, diseñadas para un público que prioriza la utilidad y la sencillez en sus dispositivos tecnológicos. Aunque aún no se han revelado detalles técnicos concretos, realme ha indicado que ofrecerá más información sobre precios, características y disponibilidad en los próximos meses.
Una estrategia centrada en la expansión del ecosistema
La hoja de ruta presentada refuerza la apuesta de la compañía por consolidarse en el sector del IoT, no solo a través del lanzamiento de nuevos productos, sino también mediante una integración más efectiva entre ellos. El objetivo es claro: convertir el ecosistema realme en una opción más conectada, práctica y accesible.
Este enfoque busca posicionar a la marca más allá de los smartphones, utilizando la conectividad como herramienta para fidelizar a los usuarios. Con la incorporación de funciones que permiten un mejor uso conjunto de los dispositivos, realme se suma a una tendencia global que apunta a la interoperabilidad como valor añadido.
El despliegue de la estrategia IoT en 2025 servirá como termómetro para medir el interés del público en productos de precio competitivo pero con altas prestaciones. Si los lanzamientos cumplen las expectativas, podrían consolidar a realme como un actor relevante en el mercado de wearables y dispositivos conectados.
