Recientemente Fibernet ha celebrado su décimo aniversario. ¿Cuál es el balance que hace después de una década de andadura?
Cuando decidimos crear la empresa en 1998 la tecnología de fibra óptica era muy novedosa, hasta el punto de que iniciamos una fase previa de estudio para ver la viabilidad del negocio y no salimos oficialmente al mercado hasta 1999. Por aquél entonces, sólo estaba IBM y Adva, después llegaría Nortel, Ciena y Lucent. La empresa puntera en aquella época era IBM con un equipo que no fabricaban ellos pero que lo habían “oemizado”, se llamaba MusMaster, se trataba de un sistema bidireccional que alcanzaba los 200 megabits y se usaba para comunicaciones entre centros de datos y tenía 10 canales. Para poder competir con el Gigante Azul, lo que hicimos fue lanzar un producto similar, también bidireccional y de 200 megabits.
En pocos años alcanzamos una cuota de mercado importante y nos hicimos líderes en fibra en centros de datos en España, y hemos mantenido esta cuota a lo largo de estos diez años. Si tuviera que resumir esta larga andadura en una frase diría que nuestro esfuerzo de inversión en I+D ha tenido su recompensa, comenzamos con 200 Megabit por canal y hemos llegado a una capacidad de 2.4 Terabits por segundo por pelo de fibra. Ahora mismo ya tenemos la tecnología de 40 Gigas, no está todavía en el mercado pero muy pronto lo instalaremos en algún cliente.
¿En este período España ha ido pareja al resto de Europa?
Yo creo que incluso hemos ido por delante, en este tipo de tecnología España tiene incluso más aplicaciones debido a que el principal usuario ha sido el gran banco, es decir, un cliente que ha demandado fuertes requisitos de copias de datos, centros espejos… lo que ha favorecido el despegue de fabricantes y proveedores de esta tecnología. Al margen del sector financiero, no había mucha más demanda que moviera el mercado. Había una segunda pata de clientes que procedía del segmento de los operadores, principalmente de aquellos que tenían poca fibra y que, gracias a nuestros equipos, conseguían multiplicar su capacidad para poder ofrecer servicios de ADSL sobre la capa óptica. FiberNet lograba que los costes asociados a la fibra le bajaran muchísimo al operador, que ya no tenía que realizar fuertes inversiones en éste ámbito. Aún así, este mercado no ha llegado a ser masivo porque el operador principal en España ha tenido capacidad de fibra de sobra y ha utilizado nuestra tecnología de manera relativa.
Hace poco comenzaron su expansión por Europa, ¿a qué mercado se dirigen?
Iniciamos la etapa internacional en Méjico de la mano de los bancos españoles, se trataba de un despliegue hecho a medida para ellos en varios países de Latinoamérica, pero ha sido recientemente cuando nos hemos lanzado al mercado internacional con la vista puesta en Europa Central y del Este. Ahora es el momento porque contamos con un producto con una madurez equiparable a la de cualquier equipo europeo y, además, ofrecemos unos precios muy competitivos. Tenemos oportunidades para situar el producto fuera de nuestras fronteras y hemos hecho incursiones en Emiratos Árabes Unidos y Oriente Medio, y los países emergentes de Europa, donde el despliegue de fibra es una cuestión de desarrollo del país, de manera que o invierten en fibra para las ciudades o en equipos como los nuestros para aumentar la capacidad de la fibra, que les permiten tener gran capacidad con un mínimo despliegue de fibra.
Son expertos en tecnología DWDM. Explíquenos cómo ha evolucionado el mercado de xWDM en los últimos diez años.
Empezamos con sistemas densos de fibra, en una época en la que el coste de la misma era muy importante y se sabía que era mucho más rentable y más fácil de recibir aprobación presupuestaria con esta opción que apostar por fibra con menos canales.
Después apareció la tecnología CWDM que era una evolución hacia atrás en cuanto a capacidad, pero resultaba más económica, ahí también desarrollamos equipamiento con un precio muy agresivo y entramos fácilmente en el mercado, el perfil de usuario en este caso no era el del centro de datos -que buscaba DWDM- sino más bien vendíamos a operadoras que daban servicios con equipamientos basados en CWDM como si fueran routers. Es una solución para empresas de tamaño medio con menores capacidades que una gran cuenta pero con iguales requerimientos de inmediatez y criticidad.
Ahora estamos asistiendo a la siguiente evolución, que son en las redes ROADM (Reconfigurable Óptical Add-drop Multiplexer). Son redes reconfigurables con lambdas que gotean a través de los nodos. En Europa hemos probado longitudes de onda muy novedosas en este sentido. Esta tecnología permite que, en una gran extensión (una región o un país) pueda darse una comunicación entre nodos con lambdas que se reconfiguran, también se cuenta con un plano de control de esas longitudes de onda (que ya se va a incorporar con los estándares de GMPLS) para que sean enrutadas según la demanda real de tráfico, de manera que en un futuro las redes de autorreconfiguran dinámicamente en función de los movimientos de cada nodo. Esta es la nueva evolución que se verá los próximos años y en la que ya hemos dado los primeros pasos, de hecho en nuestros laboratorios contamos con equipamiento que permite dar estas prestaciones y dentro de poco tendremos alguna instalación en el mercado.
¿Están apostando por la tecnología FTTH?
La tecnología de fibra hasta el hogar ha ido evolucionando en los últimos años, hemos visto pasar PON, GPON…. La última tecnología de la que se habla es de WDMPON (Wavelength Division Multiplexed Passive Optical Network), nosotros abogamos WDMPON y ya tenemos una solución lista para ofertar. Sin embargo, estamos viendo cambios de estrategia en la operadora principal y no se sabe muy bien cuándo se implantará esta tecnología en España, de ahí que estemos esperando para ver qué pasa en el mercado.
Contestando más directamente a tu pregunta te diré que sí que nos interesa la tecnología FTTH, hasta tal punto que el año pasado compramos una empresa de instalación de fibra –PROTECA (Proyectos de Telecomunicaciones y Cables)- para ofrecer un instalador de fibra al operador para cuando éste lleve la fibra hasta el hogar. Nuestra idea era ganar más cuota de mercado ofreciendo la instalación de fibra hasta los edificios. De hecho, actualmente instalamos cable estructurado en edificios y redes, cable de fibra en edificios, redes y planta exterior; y estamos preparados para instalar FTTH cuando sea el momento.
Comenzaron centrando su negocio en el campo de la fibra óptica para después ofrecer también servicios asociados a los centros de datos ¿qué les impulsó a dar este salto al segmento del CPD?
Llevamos muchos años trabajando en CPD, empezamos porque estábamos muy cercanos a los clientes que demandaban esta tecnología. A esto se añadía que era un mercado atractivo y potencialmente asequible para nosotros, gracias a que ya contábamos con la fibra.
Aportábamos una oferta de precio muy buena y teníamos una base de clientes muy amplia. Aún así, quiero dejar claro que hemos diversificado el negocio pero no hemos variado el discurso: nos seguimos moviendo cerca de los clientes con aplicaciones de alta criticidad, y nos sentimos cómodos con los centros de datos porque es un mundo que conocemos.
Ahora mismo, el negocio de CPDs aporta un 15 por ciento de los ingresos y queremos llegar a un 30 por ciento a medio plazo.
Coincidiendo con el décimo aniversario han estrenado oficinas y han aprovechado las nuevas instalaciones para diseñar un CPD para clientes, ¿qué objetivos se han marcado con este nuevo reto?
El reto es llegar a dar servicio a clientes en un espacio máximo de 3.000 metros cuadrados de CPD útiles, ahora estamos en una primera fase de 500 metros y pensamos saltar a una segunda etapa de 1.000 metros. Iremos creciendo en función de la demanda y, de momento, somos optimistas porque hay muy poca oferta con know how, es decir, hay unos cuantos proveedores que dan suelo pero no hay casi ninguno que ofrezca mantenimiento y sistemas abiertos de calidad.
¿Qué inversión les ha supuesto y en cuánto tiempo esperan amortizarla?
El edificio ha costado en torno a unos ocho millones de euros, aunque el precio final se redujo en un 20 por ciento. La cantidad aportada esperamos recuperarla en menos de cinco años.
¿Cuál será su valor diferencial en el segmento de CPDs?
Tenemos varios aspectos positivos. Uno de ellos es el conocimiento de todas las operadoras y un proyecto transatlántico y, por otra parte, la experiencia en este tipo de proyectos es de años. Además, contamos con equipamiento de comunicaciones y podemos ofrecerlo en formato renting, alquiler, venta… , además de ofrecer instalación de cableado de fibra. Y, por supuesto, seguiremos siendo muy competitivos en precio.
Fibernet hace gala de dedicar el 30 por ciento de los ingresos a I+D+i, ¿se puede mantener este ritmo de inversión a lo largo de los años y más en tiempos de crisis?
En la época de la burbuja de las puntos.com que vino seguida de una crisis en TI, nosotros seguimos creciendo en facturación y en I+D; y gracias a eso hemos avanzado tecnológicamente más que la competencia. No te podría decir si se podrá mantener este ritmo siempre, pero al final hay que jugársela y apostar, o no, por I+D+i. Desde Fibernet estamos convencidos de que el camino para superar la crisis es el I+D y sobre todo en España, donde todavía no se entiende que lo que no fabricamos nosotros hay que pedírselo a otros países. Invertimos un 30 por ciento, que es una cifra alta, pero si no se mantiene esa cantidad perderemos la posición que tenemos entre los primeros puestos.