“Nos estamos volcando en habilitar los chipsets a la tecnología 4G”

Entrevista a Eloy Fustero, director de desarrollo de negocio de Qualcomm España

Publicado el 28 Ene 2010

Por Cristina López

El pasado mes de noviembre Telefónica y Vodafone lanzaban comercialmente sendas ofertas de banda ancha móvil basada en HSPA+, mientras desde Qualcomm van un paso más allá y ya cuentan con chipsets que incluyen HSPA+ dual carrier. ¿Qué posición ocupa España en este mercado?
Los primeros en lanzar una oferta comercial basada en HSPA+ en Europa fueron, curiosamente, Portugal y Grecia, para seguirles después países de más peso. España esta entre los cinco primeros puestos en este segmento, podría decirse, incluso, que la inquietud del mercado español por la banda ancha móvil se ha notado desde el principio. Desde que desplegamos los primeros dispositivos 3G HSDPA a 1,8 Mbps, España ha trabajado activamente en la venta de dispositivos móviles capaces de ofrecer banda ancha, incluso para portátiles mediante la distribución de dispositivos embebidos. El colofón para este 2009 recién finalizado han sido precisamente los anuncios por parte de Telefónica y de Vodafone de dispositivos comerciales basados en HSPA+, el primero trabaja con el fabricante Sierra Wireless y el segundo ha optado por Huawei Technologies, pero ahí no acaba la oferta del mercado, también hay dispositivos con esta tecnología listos para ser vendidos de ZTE, Novatel y Option Wireless Technology, por ejemplo, y todos ellos utilizan los chipsets de Qualcomm.

No, no. La evolución ha ido según lo previsto. Los primeros dispositivos que incorporaron 3G fueron las PCMCIA y trabajaban a 384 kbps; es cierto que se trataba de un mercado que no fue especialmente intensivo, pero también eran los comienzos. En realidad, el segmento de datos acabó de madurar cuando se pasó a una oferta basada en megas, considera adecuada para la transmisión fluida de datos. En este sentido, el primer salto cualitativo y cuantitativo se produjo a mediados de 2005 con la comercialización de 1,8 Mbps y, a partir de ahí, se ha evolucionado de forma rápida. Después vendría el salto a 3,6 Mbps y, a finales de 2007, se llegó a 7,2 Mbps, algo que ofrecen todos los operadores en España. Ahora hemos dado un nuevo paso con HSPA+ que ofrece 21 Mbps de bajada y hasta 11 Mbps de subida, basado en el chipset MDM8200 que Qualcomm tenía listo en 2008 y que no ha visto los primeros productos comerciales hasta finales de 2009.
Hasta el momento no se ha notado especialmente un recorte en las inversiones, dado que saltar a HSPA+ sólo suponía actualizar la infraestructura de red con unos cambios mínimos y sin cambiar a otro espectro. En este sentido, Qualcomm ofrece el chipset MDM8200 que permite situarnos en los 28 Mbps de bajada y nos abre las puertas a la evolución de un nuevo chip que permitirá llegar hasta 42 megas de bajada con productos comercializados en 2011 y, posteriormente, saltará a los 84 Mbps de bajada, todo ello sin movernos de la tercera generación móvil.
Sin embargo, el futuro a varios años vista se vislumbra prometedor en su oferta, pero lleva aparejados fuertes desembolsos en infraestructura, me refiero concretamente a la tecnología Long Term Evolution o LTE. Los grandes jugadores del mercado de la movilidad han decidido evolucionar a LTE como tecnología de cuarta generación móvil y ésta nos va a permitir disponer de velocidades con más de 100 Mbps de bajada en función de las condiciones de red y frecuencia, pero también habrá que realizar inversiones para poder trabajar en una nueva frecuencia porque LTE funciona en un espectro radioeléctrico diferente a UMTS y HSPA. Long Term Evolution se puede desplegar en varias bandas de frecuencia pero, probablemente, se moverá en el espectro de los 2,6 Gigahercios.

Ahora mismo los operadores están ofreciendo banda ancha móvil basada en el chipset MDM8200, pero ya contamos con la siguiente evolución, el modelo MDM8220 que llegará a los 42 Mbps. Y, a partir de finales de 2010, lanzaremos el chip LTE multimodo, de la serie MDM9xxx, que permitirá lo mejor de los anteriores además de LTE. Pero para que esta tecnología se pueda utilizar habrá que desplegar nuevas frecuencias e infraestructuras de red, con lo cual el salto no es tan inmediato y está claramente en manos de los organismos reguladores en lo tocante a las frecuencias y de las operadoras en lo que respecta a las inversiones de red pero, en cualquier caso, se va a ello sí o sí. Muestra de que se va a ello son las pruebas locales que se están haciendo, como el reciente anuncio de TeliaSonera…
Sí, efectivamente, en diciembre de 2009, la sueca TeliaSonera anunciaba la posibilidad de trabajar a 100 Mbps en puntos concretos, para lo cual ha desplegado una red LTE que trabaja en paralelo con la red 3G y Telefónica también está realizando pruebas.

¿Cómo se trabajará durante el período de convivencia de las redes LTE y 3G? ¿Habrá que contar con doble número de módems?
Tal y como está planteada ahora la situación en Suecia, el usuario podrá trabajar en la red 3G con un módem de tercera generación y, si quiere trabajar en una red LTE que opere en su campo de trabajo, necesitará utilizar otro módem acto para LTE. Desde Qualcomm no estamos apostando por este modelo porque lo consideramos incómodo, el usuario necesita un módem que sea transparente a la tecnología, capaz de diferenciar si el cliente trabaja en HSPA+, en LTE o en GSM, es decir, abogamos porque un módem único que distinga en qué tecnología trabaja el usuario y la reproduzca para ponerla a su servicio. En este sentido, el chipset MDM9xxx está preparado para usarse con tecnología LTE y también con las anteriores de 3,5G, 3G y 2G. Nos estamos volcando en habilitar los chipsets a la tecnología 4G garantizando la compatibilidad con la tecnología existente.
Después de las diferencias que ha habido al desplegar 3G apostando por la tecnología CDMA2000 EV-DO en Norteamérica, UMTS en Europa y DS CDMA en China, por citar los casos más relevantes, ¿por fin se podrán todos de acuerdo y apostarán unánimemente por LTE como 4G universal?
En mayor o menor grado, los grandes operadores han manifestado su interés por LTE y están realizando pruebas, algunas de ellas incluso ya han sido anunciadas. Long Term Evolution va a ser la convergencia tecnológica de los mundos anteriores que han corrido por separado hasta ahora. Aún así, cuando el mercado mundial dé el salto a LTE los fabricantes nos encontraremos con diferencias notables, porque la propia tecnología Long Term Evolution cuenta con dos variantes que están en el punto de vista de los operadores: Frequency Division Duplex o FDD y Time Division Duplex o TDD. Al final, todo dependerá de la frecuencia que asignen los gobiernos en cada país y de la tecnología escogida.
¿Podría ocurrir que en Norteamérica se escogiera LTT FDD y en Europa LTT TDD y volviéramos al escenario anterior?
Sea cual sea la variante que finalmente se escoja, estoy convencido que los fabricantes van a hacer la tecnología totalmente transparente, el operador podrá configurar y decidir, pero el usuario no acusará cambios si viaja de un país a otro. La intención es que, en cuanto se pueda, se despliegue 4G con LTE sin causar impacto en el usuario y en la evolución de la 3,5G a la 4G Todo lo comentado hasta ahora aplica al segmento de datos, ¿cómo evolucionará la tecnología HSPA+ en los smartphones?
Los chips de los smartphones soportarán HSPA+ y las fechas de comercialización serán a finales de 2010. Probablemente no lleguen a los 21 Mbps, sino que se quedarán en los 14 Mbps, pero serán muy robustos porque
están pensados para soportar vídeos en alta resolución, sistemas operativos móviles, GPS, incluir multimedia, acelerador gráfico, reproductor de sonido…

¿Cómo afrontan este 2010 después de un año tan complicado como el dejado atrás?
El mercado de la movilidad, como casi todos, se ha visto afectado por la crisis con una venta de terminales que ha bajado. La recesión económica ha impactado pero, curiosamente, la gama de dispositivos 3G ha crecido. Si es cierto que partía de un volumen más bajo que los 2,5G, pero es un hecho que ha incrementado sus ventas, lo cual es un síntoma de que el mercado está exigiendo que el teléfono no sea sólo para hablar, sino que permita bajarse datos, contar con pantalla buena, poder navegar por Internet… el terminal móvil deberá tener conectividad como elemento básico en breve, en este sentido, la crisis ha reforzado la exigencia de prestaciones. 2009 con respecto al año precedente no creo que haya sido peor y, este 2010, seguiremos con un fuerte ritmo proactivo en banda ancha móvil, tanto en redes como en terminales.

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Redacción

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