El nuevo consejero delegado de la compañía, Simon Beresford-Wylie, explicó que “la empresa está lista para entrar en funcionamiento una vez conseguido el visto bueno de las autoridades de competencia”, y ha definido esta nueva compañía, denominada Nokia Siemens Networks, como “una combinación ganadora para una industria en transición”. A este respecto agregó que ésta es la respuesta de ambos grupos a los cambios que vive el sector de las telecomunicaciones móviles, motivado por “la presión de los costos, el aumento del tráfico y la fragmentación tecnológica y regional de los mercados”.
Se estima que la fusión permitirá obtener una reducción de costes de 1.500 millones hasta 2010. Este ahorro se derivará en buena parte de un proceso de ajuste de personal puesto que está previsto que, en los próximos cuatro años, la plantilla inicial combinada de 60.000 se reduzca entre un diez y un 15 por ciento.
“Creemos que la alianza con Siemens es el modo más efectivo para construir el amplio y escalable portfolio de productos que es necesario para competir globalmente y crear valor para los accionistas”, ha comentado el CEO de Nokia, Olli-Pekka Kallasvuo, que ocupará el cargo de presidente de la nueva Nokia Siemens Networks. Por su parte, Simon Beresford-Wylie ha señalado que “aunque la nueva compañía tendrá que crecer para competir, sabemos que esto sólo es un comienzo, y en la medida en que el mundo de las telecomunicaciones cambie, crearemos valor para los clientes a través de la innovación, la velocidad y nuestro profundo conocimiento del usuario final”.
El foco de acuerdo Siemens-Nokia está en cuádruple play y la convergencia fijo-móvil, según el analista de Infonetics Research, Richard Webb, que ha calificado la operación de “simbiosis genuina sin demasiado solapamiento”. Pero además se centrará en otras tantas áreas, entre las que cabe destacar: transformación de negocio y ayuda a clientes para encontrar nuevas oportunidades de mercado, ofrecer productos, servicios y soluciones que sirvan para reducir los gastos de explotación en asociación con clientes para mejorar la eficacia operativa, nuevos desarrollos en convergencia IP y responsabilidad con el medio ambiente.
La operación, que permite a los titanes finlandés y alemán reforzar sus posiciones frente a la creciente competencia asiática, no sólo imprime presión a Motorola, que desciende posiciones en el ranking mundial de fabricantes de equipos, sino que también suscita interrogantes sobre el futuro de Nortel.
