“En el año fiscal 2003 hemos obtenido incrementos de dobles dígitos en todas nuestras líneas de negocio”. Con estas palabras resumía el director Financiero de Microsoft, John Connors, la buena salud de la compañía a la vista de sus últimos resultados contables.
Baste señalar cómo para el conjunto del ejercicio 2002-2003, la firma de Redmond obtuvo un beneficio neto de 9.990 millones de dólares, unos 8.841 millones de euros, lo que supone un 27,6 por ciento más que el año anterior, cerrado con 7.830 millones de dólares. En cuanto a la facturación, las cifras son también halagüeñas con un crecimiento de un 13,5 por ciento, pasando de 28.370 millones a 32.190 millones de dólares (28.746 millones de euros).
Los últimos datos conocidos del año fiscal 2003 se suman a esta tendencia de resultados favorables para la multinacional del software. Así, la compañía ha dado a conocer que el cuarto trimestre ha facturado 8.070 millones de dólares (7.207 millones de euros), cantidad que implica un crecimiento del 11 por ciento con respecto al ingreso de 7.250 millones de dólares de 2002 obtenido durante el segundo trimestre.
En cuanto a la procedencia de estos ingresos, Microsoft no detalló los resultados de cada una de sus divisiones, pero subrayó la existencia de un incremento de hasta el 17 por ciento de las ventas de software de servidores, impulsado por las cifras de Windows Server que representan un 24 por ciento de las ventas y los sistemas SQL de tratamiento de datos, que suponen un 34 por ciento del volumen de facturación.
Con este positivo panorama a sus espaldas, la firma de Redmond ya tiene la vista puesta en su nuevo ejercicio fiscal (2003-2004) en el que prevé una facturación entre 34.200 y 34.900 millones de dólares; unas cifras calculadas bajo una óptica de moderación, puesto que implican una ralentización en su crecimiento entre el 6,2 y el 8,4 por ciento.
