La cuarta generación de procesadores Intel Core puede considerarse como uno de los hitos del fabricante estadounidense y supone, en palabras de Antonino Albarrán, director de Tecnología de Intel Iberia, “el mayor avance de ahorro energético entre dos generaciones de chips de Intel”.
Esta arquitectura abre la puerta a dispositivos más pequeños y delgados, a un ahorro sustancioso en el consumo energético y, en consecuencia, una mayor duración de las baterías, un 50% más autonomía.
Según Albarrán, esto ha sido posible gracias a la tecnología de producción basada en 22 nanómetros, lo que hace de los nuevos chips la base perfecta para los emergentes dispositivos 2 en 1, que fusionan el concepto de ordenador portátil con el de tableta.
Con una mejora notoria en el apartado gráfico, (de un 76% sobre un procesador de 2006), estos chips han sido concebidos desde cero para sistemas Ultrabook, y el cambio más significativo en la evolución tecnológica desde los legendarios Centrino. Desde Intel, aseguran que los nuevos chips también animan diseños como PC integrados AiO (All in One) de una gran autonomía de batería, aportando así una mayor movilidad a un segmento en claro crecimiento. Consiguen además un rendimiento hasta un 15% superior al de la generación anterior.
“La 4ª generación de procesadores Intel Core ofrece la mejora en materia de autonomía más significativa que jamás hayamos logrado en Intel, unida a un rendimiento gráfico hasta dos veces superior y un importante aumento en el rendimiento de la CPU. Todo ello nos permitirá ofrecer nuevas y emocionantes experiencias informáticas a los consumidores”, ha afirmado Kirk Skaugen, vicepresidente jefe y director general de la división PC Client Group de Intel.
Pero la cosa no termina aquí, como explica Albarrán, “Intel trabaja en nueva experiencias de usuario con interfaces táctiles, reconocimiento de voz, asistentes personales y entornos 3D. Y para el próximo año, se va a pasar de los 22 a 14 nanómetros”.