Cada vez somos más conscientes de que los avances en conectividad están produciendo innumerables cambios en los hábitos de nuestra vida cotidiana. Tener acceso a cualquier tipo de contenido o la rápida respuesta a nuestras necesidades con tan solo un “click” está modificando nuestra conducta, volviéndonos cada vez más exigentes y más demandantes. Queremos conseguir resultados rápidos y sin esperar.
Quienes visitamos los hospitales, no dejamos fuera de las puertas del recinto nuestra necesidad de estar al tanto de todo lo que ocurre, ni las exigencias de ver resueltas nuestras demandas cuanto antes mejor. El sector hospitalario no es ajeno a este hecho, muy al contrario, está cada vez más preparado para mejorar su nivel de atención, satisfacer las necesidades de los pacientes y atender las demandas de sus profesionales.
Los hospitales son lugares a los que solo vamos cuando nos es necesario y donde (cuando acudimos) procuramos pasar el menor tiempo posible. Son estructuras gigantes, donde no todos los servicios que dispensan están convenientemente señalizados y en donde la agitada actividad de los profesionales se combina con el hartazgo de quienes se ven en la necesidad de ocupar durante horas las salas de espera.
Pero, ¿cómo sería la experiencia de un visitante –paciente, o profesional- que entra por primera vez al recinto hospitalario, si su dispositivo móvil le hiciera de asistente virtual capaz de atender todas sus necesidades? ¿Cómo cambiaría la visita al hospital a ver a un familiar ingresado, si dispusiéramos de una aplicación que nos dijera dónde se encuentra su cama y en qué ala del hospital está ubicada? O, ¿cómo cambiaría la experiencia si tras hacernos unos análisis, el terminal nos avisara del momento en el que podemos pasar a recoger los resultados, o mucho mejor, nos trazara un mapa por el camino más corto para ir la consulta a la que necesitamos ir, y en paralelo nos dijera el tiempo estimado que pasaremos esperando a que llegue el momento de entrar a consulta?
Toda esta tecnología ya es posible y es una realidad para aquellos hospitales que optan por incorporarla. Su despliegue redunda en positivo, tanto para mejorar la comodidad de visitantes y pacientes, como los niveles de felicidad de los profesionales que en ellos prestan sus servicios, algo que incide –cada vez más- en la capacidad que los hospitales tienen de retener talento. En una sociedad cada vez más informatizada, el sector sanitario es uno de los más innovadores, optando siempre por estar a la vanguardia de la revolución en la tecnología móvil. El uso de las nuevas tecnologías por parte de los profesionales sanitarios ha incrementado de una manera asombrosa en los últimos años.
La digitalización de la información y las soluciones de colaboración permiten al personal hospitalario obtener datos, que les ayuden a ser más ágiles y certeros en su toma de decisiones. Ya sea información para el personal administrativo que –gracias a la tecnología- cuenta con datos reales sobre el número de habitaciones disponibles, las altas, las reservas de material médico y su ubicación, evitando así pérdidas evitables con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero, o para el facultativo, que a través de dispositivos móviles puede monitorizar en tiempo real la evolución del ingresado, asistir en remoto a sus pacientes, estar disponible en todo momento para consultas, o acceder a todas las historias clínicas que necesite visualizar. Este tipo de tecnología móvil permitirá evitar saturaciones en el recinto y reducir los costes y los tiempos de estancia hospitalaria. Y va a contribuir a mejorar la comodidad del paciente durante su estancia en el hospital y a la mejora de la atención al paciente de un personal sanitario que tendrá una mejor actitud ante el desempeño de su trabajo contando con la tecnología que precisa para hacerlo de forma más eficiente.
Recientemente, la Economist Intelligence Unit (EIU), ha elaborado un informe cuyos resultados sugieren que casi seis de cada diez (59%) profesionales del sector sanitario consiguen ser más productivos en sus empleos como resultado de la implementación en sus lugares de trabajo de tecnología móvil, mientras que casi la mitad (48%) están más satisfechos en su trabajo si perciben que en su hospital, o en su centro sanitario se incorporan aquellas soluciones de movilidad que necesitan para hacer correctamente su función. El uso cotidiano de los dispositivos móviles aún tardará en extenderse como herramienta de uso común en entornos hospitalarios porque algunos hospitales aún restringen su uso dentro de sus instalaciones por temor a interferencias con el equipamiento médico.
Sin embargo, el informe elaborado por la EIU señala que el despliegue en los hospitales de soluciones tecnológicas que priorizan la movilidad pueden contribuir a que el personal sanitario sea más productivo, leal, creativo y esté más satisfecho con el desempeño de sus funciones ya que para ellos comienza a ser esencial poder trabajar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Además con un mayor soporte tecnológico, se reduce el margen de error humano. También vivimos en una sociedad tan acelerada que buscamos optimizar el tiempo lo máximo posible, sin dejar de querer tener, a la vez, un trato personalizado. Los pacientes cada vez optan más por realizar todas las gestiones online, ya que es un ahorro de tiempo para ellos. A su vez, el personal sanitario sostiene que consiguen ser más productivos como resultado de la tecnología. En resumen, el dispositivo móvil permite, una optimización de tiempo y una mayor cercanía entre el paciente y el médico.
La felicidad es algo fundamental en todos los niveles de la vida. En el laboral, es importante tanto para los trabajadores como para los clientes o pacientes. La gestión de la felicidad en el trabajo es un hecho a tener en cuenta por parte de las organizaciones si quieren atraer a los mejores profesionales para satisfacer a sus clientes e incrementar su negocio.