Finalmente fue sí. Todos los grandes accionistas de Xfera ratificaron ayer la ampliación de capital de 130 millones de euros propuesta por el consejo de administración el pasado mes de diciembre. Esta inyección de capital permitirá reactivar un proyecto que ha estado congelado desde 2001 además de cumplir con las exigencias mínimas de inversión fijadas por el Gobierno en el pacto sobre avales suscrito hace un año.
Aunque todavía está por confirmar, todo indica que la actividad futura del operador se soportará sobre varios negocios claves: el despliegue de una red de señales sobre tecnología UMTS en los núcleos urbanos de las principales ciudades españolas y la firma de un acuerdo de itinerancia preferente con un operador, Amena, seguramente, que permitirá dar servicio en todo el territorio nacional. La operadora también contará con la flexibilidad del Gobierno que parece decidido a impedir que el proyecto de la compañía vaya a la quiebra.