Como es bien sabido el Protocolo de Acceso Inalámbrico, también conocido como WAP, no ha cuajado en Europa tal y como se esperaba, de hecho, podemos afirmar que WAP no ha calado en el usuario porque se ha vendido desde el primer momento como un acceso a la Red a través del teléfono móvil sin serlo realmente. Esta tecnología es una especie de simulación de Internet con unos servicios muy limitados, ya que permite el acceso de forma estática y no alcanza el dinamismo propio de la Web, es decir, se limita a conectar el teléfono móvil con un servidor, reclama una información y los datos solicitados se descargan en el terminal como una página estática. Cada vez que el usuario quiere acceder a otra información debe conectarse a ese servidor y comenzar de nuevo la operación.
A esto se añade el segundo aspecto WAP es un servicio caro, utilizarlo implica pagar por conectarse y por el tiempo que se está conectado al servidor. Estamos hablando de 20 pesetas al minuto en la oferta más barata. En algunos países, incluso se han llevado a cabo estudios comparativos donde se resaltaba el elevado coste que suponía acceder a un servicio mediante WAP frente a otros métodos. El resultado fue que hacer una consulta por Internet desde el móvil suponía invertir dos o tres minutos en la navegación y el coste a pagar era el precio de conexión más el tiempo empleado, es decir, económicamente hablando, compensaba comprar la prensa.
La conclusión final que se extraía es que se echaba en falta la posibilidad de acogerse a una tarifa plana aplicada al Protocolo de Acceso Inalámbrico tal y como se propuso, en su día, para la conexión a Internet para el mercado residencial.
Sin embargo,WAP tiene bastante futuro por delante, porque este protocolo se ha convertido en un estándar y, actualmente, el cien por cien de los fabricantes de móviles disponen de terminales que incorporan tecnología WAP, de modo que es el medio más extendido de emulación de Internet a través del móvil.
El otro pilar que ofrece una segunda oportunidad a este protocolo es Sun Microsystems con su lenguaje de programación Java2MicroEdition (en adelante, J2ME). La herramienta es fruto de la última versión que sacó la compañía y que apareció en el mercado dirigida hacia tres áreas Java2EnterpriceEdition, orientado a los mainframes, a los grandes servidores; Java2StandarEdition, pensado para elementos de consumo masivo, como es el caso de las consolas de videojuegos o los sistemas de recepción vía satélite; y Java2MicroEdition, específicamente para los teléfonos móviles o dispositivos con capacidad de comunicación inalámbrica.
Sin embargo, el marco de desarrollo para el nuevo período del WAP no ha sido Europa, sino Japón, donde NTT DoCoMo, de la mano del lenguaje de programación Java, está consiguiendo que alcance protagonismo la comunicación inalámbrica.
La primera prueba surge cuando la firma japonesa lanza su segunda oleada de iMode, que se comercializa con el nombre de e-Apply, un terminal que dispone de Java y permite la ejecución de aplicaciones que se han desarrollado con esta tecnología. Como afirma Ernesto Sánchez, director de Desarrollo de Negocio de Sun Microsystems para España, NTT DoCoMo sirvió de conejillo de indias de cara al resto del mundo, debido al desarrollo de aplicaciones y servicios de prestaciones que hasta ese momento no existían en la telefonía tradicional, como es la descarga a un teléfono móvil de aplicaciones que se pueden ejecutar online, el acceso a contenidos dinámicos o programar una única vez una aplicación y que pueda ejecutarse luego sobre cualquier tipo de dispositivo inalámbrico, tanto si éste es un teléfono móvil como una PDA con comunicación wireless o el sistema de navegación de un coche.
Se eligió a NTT DoCoMo para incorporar J2ME porque la firma decidió no acogerse a los estándares que había fijado el WAP Forum. El resultado fue que conectó rápidamente con la cultura nipona que está muy orientada a los elementos gráficos de la tecnología como son los videojuegos o el envío de e-mails.
Finalmente, otra de las ventajas que aporta Java a WAP es que la tecnología inalámbrica presenta así un estándar que puede ser aplicable por todas las compañías involucradas en el área wireless, desde los proveedores de terminales, pasando por los de servicios y los de equipamiento, lo cual permite, a su vez, enriquecer el contenido que un teléfono móvil puede ofrecer. Esto, unido al cambio de tecnologías que estamos sufriendo, señala Sánchez, saltando de GSM a GPRS y, en breve, desde éste a UMTS, propicia que Java potencie una serie de aplicaciones y servicios que se pueden desarrollar con las nuevas generaciones móviles y que antes no era posible aplicar ya que con GPRS hay una conexión directa a la Red el cien por cien del tiempo, mientras que esto no era así con GSM.
A partir del experimento nipón, los operadores del resto del Globo también se han apuntado a esta iniciativa y ofrecerán estos servicios a finales de año. En España, por ejemplo, la compañía seleccionada ha sido Telefónica Móviles y en el resto de Europa está Vodafone, Unitel y One-to-One.
La carrera por hacerse con J2ME para inalámbricos ya ha comenzado y nadie puede permitirse el lujo de esperar a que UMTS arraigue. No podemos arriesgarnos a esperar dos o tres años a retrasar el desarrollo de aplicaciones y servicios en lenguaje Java, confirma Sánchez. Además, hacer la actualización de GSM a GPRS es mucho más barato que la de GPRS a UMTS. Dentro de estas consideraciones de tipo económico, también hay que resaltar el hecho de que incluir la tecnología Java entre la gama de prestaciones de un terminal WAP, lejos de encarecer el producto lo que hace es favorecer un retorno de la inversión de cara a los fabricantes y a las operadoras.
En nuestro continente se ha optado por abordar el mercado WAP con J2ME desde diferentes áreas. Por un lado, hay un desarrollo específico para el sector empresarial, es decir, trasladar las aplicaciones clásicas de una empresa al mundo de los dispositivos inalámbricos.
Y, por otra parte, hay un grupo de desarrolladores que se centra en el área de juegos, pensando en un segmento de población joven que es el usuario del servicio de mensajería SMS y chat a través del móvil.
El objetivo prioritario es que con el lanzamiento de J2ME en los móviles no suceda lo que ocurrió con WAP, advierte Sánchez. Hay que garantizar que en Europa aparezca el servicio cuando las operadoras puedan garantizar que hay terminales adecuados ya disponibles y, en segundo lugar, que cuando la compañía saque el producto a la calle, haya proveedores de contenido que hayan desarrollado aplicaciones y servicios sobre J2ME. Hablamos de aerolíneas, bancos o grandes empresas que ya tienen proyectos concretos, indica Sánchez.
El primer operador del mundo que va a proporcionar servicios de tercera generación es, de nuevo, NTT DoCoMo. La operadora japonesa lanza su servicio Freedom of Mobile Access o FOMA este mes de mayo. En esta nueva generación de móviles la filial de NTT utiliza J2ME; se trata de una tecnología que no es propiamente UMTS porque utiliza como estándar el WCDMA, pero es un paso más allá del GPRS, se puede afirmar que es su estándar de tercera generación, permite hasta 2 Mbps y usa el sistema de redes de paquetes, apunta Sánchez, lo cual nos permite afirmar que Java está diseñado para ser utilizado tanto para WAP como para UMTS.
En Occidente, J2ME también ha sido adoptado de forma estándar en el mercado. Por un lado, dispone del apoyo de parte de los fabricantes de terminales que han anunciado el lanzamiento de teléfonos compatibles con J2ME en breve.
Además, también hay otras operadoras muy interesadas en esta tecnología y que han tomado buena nota del éxito tenido en Japón, donde NTT DoCoMo ha ganado 20 millones de usuarios en 24 meses solamente para el servicio de iMode y quieren seguir su estela.
