La tecnología que se está experimentando permitirá a las compañías eléctricas dar servicio y competir directamente con las operadoras de telecomunicaciones. Con la red eléctrica la conexión a Internet es permanente y el abonado pagará igual de la misma forma que hace con la actual factura de la luz abonará la cantidad que consume; es decir, la cantidad de datos transferidos.
El objetivo primordial es mejorar el ancho de banda y, por tanto, la velocidad de transmisión, a través de la red de distribución eléctrica en baja tensión (los 380 o 220 voltios que normalmente se utilizan en hogares y oficinas).
Asimismo, lo que se pretende, es utilizar los cables eléctricos para la transmisión de datos, algo de lo que se viene hablando desde hace algún tiempo pero que hasta las últimas semanas no se ha visto como una posibilidad al alcance de la mano, con iniciativas como las de algunas compañías eléctricas españolas.
Una de las principales ventajas es que podremos conectarnos a la Red desde cualquier enchufe de nuestra casa, lo que representará una enorme ventaja en costes de infraestructura que, al final, repercuten en el consumidor.
De este modo,no será imprescindible el cable para la conexión a Internet ni por supuesto ADSL. Las operadoras que ofrecen ahora estos servicios van a tener que hacer un gran alarde de imaginación para aportar calidad añadida a su oferta actual. Por su parte, las eléctricas deberán definir su modelo de negocio y decidir de qué forma cobran por el servicio.
El tendido eléctrico se presenta como una alternativa barata y universal que va a facilitar el acceso a los servicios de banda ancha hasta el domicilio del usuario.
Las compañías eléctricas utilizan desde hace bastante tiempo las redes de alta tensión para comunicar centrales eléctricas o subestaciones transformadoras donde no llegan adecuadamente las redes de telefonía. En estas ocasiones las compañías utilizan las líneas de alta tensión. Sin embargo, desde la liberalización de las telecomunicaciones la tecnología de transmisión de datos a través de la red eléctrica se ha desarrollado extraordinariamente mediante su aplicación a las redes de baja tensión. Ahora lo que se pretende es redefinir esta tecnología que permitirá que el beneficiario sea el cliente final, y que recibirá la información que se transmite en Internet a través de líneas de medio y bajo voltaje y que facilitan la transmisión de señales multimedia.
La señal llega hasta el mismo enchufe de la vivienda del usuario. Esto significa que la infraestructura para este nuevo servicio está montada y no será necesario realizar zanjas.
En el ámbito internacional no existe ninguna regulación uniforme para este tipo de redes. Esta variedad de legislaciones se puede apreciar incluso en la Unión Europea, donde cada uno de los países tiene una legislación diferente.
En España la legislación permite que las compañías eléctricas faciliten acceso a la Red. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones es el organismo encargado de otorgar unas licencias que ya han sido concedidas de forma provisional, con una duración inicial de seis meses y que se prorrogan a propuesta del ministerio de Ciencia y Tecnología para que las compañías puedan realizar las pruebas experimentales necesarias.
Iberdrola está haciendo sus experimentos en Madrid, de la mano de la empresa isaraelí Nisco Advanced Metering Solutions (NAMS), que es la que aporta la tecnología. Ambas empresas han unido sus fuerzas con el fin de ofrecer al cliente servicios de Internet de banda ancha a una velocidad que está previsto que supere los 10 Mbps, a través de la red de distribución eléctrica de baja tensión.
La firma israelí ha tenido que solucionar algunos problemas muy graves que se planteaban a la hora de trasmitir datos a través de Internet. Según señala el vicepresidente de la compañía israelí, Avi Lugasi los problemas derivados de las interferencias y cortes de la red como consecuencia de su inestabilidad se han solucionado con un sistema de modulación que distribuye 400 portadores a lo largo de una banda que va de 0 a 50 Megahercios.
El lugar elegido para el proyecto ha sido Madrid y se ha denominado NISCOM 1.
El sistema desarrollado por NAMS se basa en la calidad comparativa de los servicios que se ofrecen a través de la línea eléctrica en relación a la línea telefónica. Ron Gafni afirma que la telefonía no debe sentirse amenazada por la red eléctrica porque más que una amenaza es un complemento. Competiremos con ella y será el cliente el que decida.
Unión FENOSA, por su parte, realiza sus pruebas experimentales en Alcalá de Henares. Utiliza el sistema de otra firma israelí Main.net. Ambas compañías piensan que lo mejor es utilizar una red antigua para someter al sistema a las peores condiciones de trabajo. Una vez superadas las pruebas en esta localidad nada hace pensar que no se produzcan buenos resultados en cualquier otro lugar que, probablemente, contará con una red eléctrica más moderna.
De momento no se sabe cuál será el precio final del producto. En el coste del servicio habrá que tener en cuenta factores como la tecnología que habrá que colocar en las viviendas módems especiales y concentradores, que han de estar próximos a las estaciones transformadoras de baja tensión. Los equipos que se instalarán deberán contar con repetidores cuando la distancia entre la vivienda y la estación transformadora sea superior a 300 metros. De esta forma, la nueva tecnología va a permitir combinar la corriente eléctrica con las altas frecuencias que transportan voz y datos. Estos datos y la seguridad de su transporte están garantizados, según coinciden en señalar los expertos, tanto por técnica de cifrado como por el tipo de gestión de la Red.
Endesa también está realizando sus experimentos. Lo hace en dos ciudades, Barcelona y Sevilla. Para realizar estas pruebas Endesa esta utilizando en Barcelona equipo de la compañía suiza Ascom, mientras que en Sevilla ha recurrido a la tecnología ES2, compañía valenciana en la que Endesa participa con un 15 por ciento. Aunque las pruebas van a buen ritmo no hay fecha fija para la puesta en funcionamiento del servicio.
Las pruebas de Barcelona tiene una duración prevista de un año y comenzaron en octubre del 2000. Las experimentaciones en Sevilla se iniciaron hace apenas dos meses.
Pero no son sólo las compañías eléctricas las que realizan investigaciones sobre la conexión a Internet a través de la red eléctrica. La Universidad no se queda atrás. Sin ir más lejos, la escuela de Telecomunicaciones de la universidad de Vigo está realizando un experimento que se desarrollará en dos etapas. En la primera fase se va a probar la capacidad del tendido y en la segunda se harán pruebas a diferentes prototipos.
La primera parte del proyecto desarrollado por el equipo de investigadores cuenta con la financiación de fondos FEDER de la Unión Europea y la colaboración de Unión Fenosa.
Los estudios dan como resultado que, de momento, la calidad de las velocidades de conexión son aceptables. No obstante, los propios investigadores señalan que no está claro hasta que punto resultará rentable esta opción frente a otras alternativas como la inalámbrica LMDS.
