China es el segundo mercado de telecomunicaciones del mundo con un valor de 30.000 millones de dólares. Las posibilidades de negocio en un país con tan enorme potencial de crecimiento no han pasado desapercibidas a los suministradores de productos y servicios con peso en el mercado, que no han querido dejar pasar por alto esta oportunidad.
Ahora es una empresa china, Huawei Technologies, la que se ha decidido a emprender el camino en sentido contrario y, sin perder de vista su campo de juego natural donde mantiene una posición de liderazgo, ha iniciado la conquista de los mercados occidentales con la apertura en los últimos años de más de una treintena de oficinas en países de todo el mundo, entre ellos, España.
El desembarco de la firma en nuestro país se produjo en 2001 y estuvo precedido de una toma de posiciones en Latinoamérica, donde posee una presencia consolidada a través de sus filiales en Méjico, Venezuela, Brasil, Chile, Colombia y Argentina y cuenta como cliente a Telefónica. En este contexto, España aparece como el nexo lógico de unión de su estrategia para Sudamérica y Europa.
El nacimiento de Huawei se remonta a 1988. Desde sus inicios, la compañía ha tenido un carácter privado y se ha definido, según explica Edward Deng, presidente de la Región Europea de Huawei, como una compañía de alta tecnología especializada en suministrar a los operadores de telecomunicaciones de todo el mundo soluciones para redes fijas, ópticas, móviles y plataformas de servicios de valor añadido.
Uno de los elementos diferenciales que caracterizan a Huawei y le permite estar a la vanguardia en el sector es el elevado número de recursos, tanto materiales como humanos, destinados a realizar labores de Investigación y Desarrollo. Un 46 por ciento de nuestra plantilla, formada por 22.000 empleados, se dedica a I+D e invertimos, al menos, un 10 por ciento de nuestra facturación, 342 millones de euros en 2001, confirma Deng.
Esta capacidad de innovación, por ejemplo, les ha permitido diseñar sus propios chips ASICs de forma que pueden atender las demandas de los clientes, diferenciar su oferta de la de los competidores y proporcionar unos costes más competitivos.
En la actualidad, Huawei posee laboratorios de I+D en Shenzhen (donde se ubican sus oficinas centrales), Beijing, Shanghai, Silicon Valley y Dallas (EEUU), Estocolmo, Moscú y Bangalore (India), entre otras ciudades. Además mantiene acuerdos de cooperación en materia de desarrollo de productos y marketing con firmas tan reconocidas como Texas Instruments, Motorola, IBM, Intel, ATT, Altera, SUN Microsystems y Microsoft.
Todo este esfuerzo en I+D se traduce en una serie de productos soportados por ASICs de diseño propio y una plataforma común de software y servicios, cuyos últimos desarrollos se han presentado en la última edición de ITU Telecom Asia 2002, celebrada entre los pasados días 2 y 7 de diciembre en Hong Kong.
Huawei organiza su cartera de soluciones para operadoras en torno a cinco líneas de producto Redes Ópticas (SDH 2.5G/10G, DWDM 320G/1.6T, Metro, OXC, T2000/ T2100 NMS), Redes Móviles (W-CDMA, cdma2000 1x, GPRS, GSM), Redes Fijas (Conmutación, Soluciones NGN, Red de Acceso y Servidores de Acceso), Datacom (Routers, conmutadores LAN y ATM, Acceso ATM) y Servicios de Valor Añadido (Videoconferencia, Centro de servicios de valor añadido móvil, Servicios inteligentes para redes fijas, móviles y basadas en IP).
Los productos de Huawei, explica Deng, están desplegados en 40 países y les ha permitido mantener un crecimiento notable en los últimos años, en los que ha acumulado un CAGR (Compound Annual Growth Rate) del 62 por ciento, alcanzando en el ejercicio de 2001 unos ingresos de 2.407 millones de dólares, frente a los 1.933 millones del año precedente. La previsión de la firma es cerrar 2002 con algo más de 2.600 millones de dólares y acercarse a los 3.409 millones durante el ejercicio que acabamos de comenzar.
Por líneas de productos, como detalla el presidente para Europa de Huawei, en Redes Ópticas mantiene una posición de liderazgo en el área de Asia Pacífico, con unas ventas de 576 millones de dólares en 2001 y productos instalados en 27 países, entre ellos España, Alemania o Rusia.
En lo que se refiere a Redes de Datos, la firma facturó 550 millones en este área y ha comercializado más de 1.100 routers high-end y 230.000 mid-end en 19 países; con sus soluciones para Redes Fijas, tanto de conmutación como de acceso, mantiene una amplia presencia en el mercado con más de 100 millones de puertos CC08 instalados hasta noviembre último y la cuarta posición mundial, según datos de Gartner, en servidores de acceso.
Por otra parte, sus soluciones de Redes Móviles dan servicio a 15 millones de usuarios de 17 países y Huawei cuenta en su haber con hitos tan interesantes como la primera red inteligente W-CDMA basada en CAMEL Phase III, el lanzamiento del primer servicio comercial MMS en China y de un servicio WLAN (GPRS + WLAN) con la operadora China Mobile.
El gran reto al que se ha enfrentado Huawei en los últimos siete años ha sido abrir nuevos mercados. Se trata, en palabras de Mao Shengjiang, vicepresidente senior de la compañía, de un gran desafío porque nunca antes habíamos salido fuera del país.
La experiencia, a juzgar por los resultados, ha sido de lo más positiva. Actualmente, la firma dispone de 32 oficinas repartidas por todo el mundo y los ingresos procedentes de sus negocios internacionales han crecido a un ritmo notable desde los 53 millones de dólares de 1999, hasta casi 330 en el ejercicio de 2001. En el año que acabamos de concluir, la firma tenía previsto ingresar unos 670 millones de dólares por este concepto, cifra que supone un 20 por ciento del total, según Shengjiang. En el plazo de tres años (2006) la compañía estima que las ventas internacionales podrían llegar a representar entre un 35 y un 50 por ciento del total.
Para lograr tan ambiciosos proyectos Edward Deng, presidente de la región europea, entiende que las claves del éxito para el futuro se resumen en ir un paso por delante de la competencia, ser más ágil en el desarrollo de productos y la prestación de servicios a la clientes. En definitiva, en ir más deprisa.