Tuvimos la suerte de recibir este mastodóntico artefacto completamente montado, incluyendo cuatro ruedas con las que desplazarlo por nuestro Laboratorio. Nuestro primer paso fue, obviamente, abrir todas y cada una de las portezuelas que dan paso a sus entrañas. Al retirar la frontal descubrimos los principales recambios. El más importante es el tóner negro, de tamaño significativamente superior al del resto de colores y situado aparte. Una palanca nos permite extraer el bloque con el cilindro fotosensible para su sustitución a la vez que desbloquea el paso para sacar, por el lateral derecho, el tambor. El diámetro y peso de éste nos dan una idea de la potencia de la impresora.
El fusor se encuentra en la parte izquierda y su extracción es algo más compleja, pero sin llegar a ser traumática. En la página web de HP disponemos de varios problemas y sus soluciones, paso a paso y de forma detallada.
La instalación en la red es bastante sencilla, gracias al módulo servidor de impresión, sustituible por otros de mayor capacidad. De hecho, éstos se introducen en alguna de las dos ranuras de comunicación que se encuentran en uno de los laterales, junto a la conexión del puerto paralelo. Basta con acceder al menú (llamado JetDirect) y otorgarle una dirección dependiendo del tipo de entorno en la que vayamos a compartirla, bien sea NetWare, Unix, NT o Apple.
HP hace gala de uno de los mejores entornos de gestión disponibles. Se trata de WebJet Admin, una aplicación que, instalada en el equipo del administrador, permite gestionar todas las impresoras HP conectadas en nuestra red mediante un browser convencional. Desde este punto, tenemos acceso a la práctica totalidad de sus parámetros, desde el estado de los consumibles (duración aproximada de cada uno de ellos) hasta el control del pequeño display. Por supuesto, veremos el estado de cada uno de los trabajos de impresión y las opciones de seguridad, aunque no es posible bloquear el acceso al interior del mueble, una característica que se hecha de menos.
El modelo analizado dispone de un intérprete Postscript versión 3 interno, liberando al ordenador de este tedioso trabajo de transformación. Como era de esperar, también soporta de serie controladores PCL 5. El nivel de control de los drivers es bastante exhaustivo, permitiéndonos, si el administrador nos lo concede desde WebJet Admin, escoger diferentes opciones.
Gracias al disco duro incorporado en el equipo, cuya capacidad oscila entre los 2 Gbytes y 3,2 Gbytes, aquellos trabajos que se realicen de forma frecuente pueden almacenarse evitando el cuello de botella que supone el envío de estos a través de la red. También guarda las fuentes, tanto Postscript como PCL, que vayamos a utilizar a menudo y posibles ampliaciones del firmware. No obstante, el aparato está preparado para descargar ficheros automáticamente de la Web para su instalación y actualización sin apenas intervención del usuario.
