Eurona alerta del desorden que reina en el despliegue de Wi-Fi

Según el operador, esto podría entorpecer el desarrollo de las smart cities. La fusión de este tipo de redes con una suprared permitirá una conexión permanente.

Publicado el 20 Nov 2014

De las redes Wi-Fi individuales a la supraredInfomarket, donde la ciudad y el usuario confluyen

En 2050 se estima que la población mundial alcanzará los 9.000 millones de habitantes, de los cuales el 70% vivirá en ciudades. En la actualidad, algunas grandes urbes están desplegando una red Wi-Fi para extender la conectividad a Internet de sus habitantes y turistas desde cualquier punto, pero, según Grupo Eurona, esta primera fase de expansión del Wi-Fi se está haciendo de manera desordenada, lo que podría entorpecer el desarrollo de las smart cities que ya se están creando.

Según indicó el Grupo durante el Smart City Expo World Congress de Barcelona, para la consolidación de las smart cities es vital que el Wi-Fi se convierta en el ‘Amazon’ de las ciudades, lo que implica seguir una serie de pasos y fases atendiendo a las necesidades de los propios usuarios, las empresas y las diferentes administraciones públicas.

Una suprared, una ciudad. Para el operador de telecomunicaciones de última milla, el primer paso consiste en la creación de una suprared que englobe y complemente a todas las redes Wifi individuales (hoteles, restaurantes, taxis, quioscos, centros comerciales, etc.) que ya existen en urbes de todo el mundo, pero que en la actualidad funcionan como compartimentos estanco.

De hecho, al contrario de lo que se piensa, la necesidad de esta suprared se basa en el hecho de que el Wi-Fi se ha convertido en la preferencia de la mayoría de los usuarios a la hora de conectarse a Internet, y ya no es un sustitutivo del servicio 3G o 4G cuando se agotan los datos en el smartphone. Por eso, el mayor desafío ahora está en lograr que esa conectividad Wifi sea continua, independientemente de dónde se encuentre el usuario, algo que, según Eurona, solo se logra con una suprared.

De las redes Wi-Fi individuales a la suprared

Fuente: Grupo Eurona

Un gran centro de inteligencia. Una vez que los usuarios se conectan a la suprared, la smart city puede ofrecerles servicios personalizados accediendo a información tan relevante como sus preferencias, aficiones, rutinas y desplazamientos. De este modo, los ciudadanos acceden a un gran centro de “big data” o “infomarket”, que se convierte en un punto de encuentro entre las necesidades de los usuarios y los servicios que ofrece la ciudad.

De este modo, la suprared permite hacer la ciudad aún más inteligente, recomendando contenidos y servicios y aprendiendo de la propia experiencia de los usuarios, lo que en el futuro permite atinar mejor con las sugerencias que se hacen a los ciudadanos, desde cuál es el mejor restaurante en una zona determinada hasta cuáles son las mejores librerías especialidades en guías de viajes, por citar solo dos ejemplos.

Infomarket, donde la ciudad y el usuario confluyen

Fuente: Grupo Eurona

Además, los servicios y posibilidades que ofrecerán las ciudades con una suprared Wi-Fi se pueden segmentar en públicos y privados pero, aunque algunos ya se están implantando a pequeña escala, no estarán plenamente operativos hasta que se cuente con la complicidad del usuario, ya que la información que aporta es clave para adaptarse a sus necesidades.

Administración sin papeles ni colas. Por ahora, la Administración ya está impulsando el modelo de smart city exigiendo que muchos trámites se realicen por Internet para ganar en velocidad y no atascar los procesos burocráticos. El “adiós a las colas” hace más eficiente la Administración y ahorra tiempo a los ciudadanos, lo que incentiva que las “smart cities” ganen terreno. De este modo, ya existen iniciativas en este sentido, como la tarjeta ciudadana creada en Zaragoza, que permite a sus habitantes realizar trámites aprovechando la amplia red Wifi de la ciudad.

Fusión de “barrios” o “distritos” Wi-Fi. La suprared Wi-Fi también permite que grandes redes de la ciudad –que pueden considerar como “barrios” o “distritos” Wi-Fi– se conecten, como puede ser la red de la Universidad con la del Ayuntamiento, acelerando su comunicación y las gestiones. También es un instrumento poderoso para coordinar la comunicación entre medios de transporte complementarios, como el metro, autobús, tren y aeropuerto, informando en tiempo real de horarios y conexiones.

Turismo siempre conectado. Gran parte de la información turística se ofrece en soporte digital, para lo que se necesita de una suprared Wifi que permita al usuario interactuar en tiempo real con la oficina de turismo o el departamento correspondiente, además de obtener información in situ de museos, monumentos, restaurantes, eventos culturales, etc. El aumento del turismo mundial hará cada vez más necesaria la conectividad Wifi para que los turistas puedan hacer consultas desde su smartphone.

La oficina “ubicua”. Cada vez más, el trabajo está en todas partes, lo que implica que sea necesario contar con conexión a Internet desde cualquier lugar: un edificio público, un hotel, la cafetería, la propia calle o el mismo parque para trabajar con mayor tranquilidad. Todas son opciones que ya tienen demanda actualmente, pero que en muchos sitios carecen de una red Wifi a la que aferrarse. Por eso, el hecho de que la gente pueda trabajar o resolver asuntos laborales desde sitios diferentes a la oficina, ahorrará tiempo y dinero a muchas empresas.

Internet para “poner las pilas” al vehículo. Las ciudades que cuentan con electrolineras o puntos de recarga para vehículos eléctricos van en aumento. Y, para ello, necesitan una red Wifi que permita obtener información de la situación de cada uno de estos puntos en todo momento y solucionar cualquier problema que pudiera surgir en la recarga de la batería de estos vehículos.

Wi-Fi para evitar atascos. También relacionado con la circulación de vehículos, una red Wi-Fi es clave para mejorar la movilidad en ciudad, ya que los paneles informativos de las carreteras necesitan de una conectividad a Internet constante para informar al conductor del estado del tráfico segundo a segundo. En urbes de gran densidad de vehículos la información vía Wi-Fi puede evitar atascos monumentales en las horas punta o reducir los atascos como consecuencia de un accidente de tráfico o manifestaciones.

La seguridad, ante todo. Hoy en día miles de cámaras graban nuestros movimientos, muchas veces sin ser plenamente conscientes de ello. Esta vigilancia se lleva a cabo por motivos de seguridad, pero una red Wi-Fi a lo largo y ancho de una ciudad puede hacer aún más eficaces estos controles, aportando mayor información sobre incidentes y sospechosos.

Sensores que “dan vida” a la ciudad. Por último, aunque no menos importante, la ciudad puede cobrar vida propia a través del Wi-Fi, convirtiéndose en una especie de ser vivo. A través de la colocación por parte del ayuntamiento de sensores en las farolas conectados a la suprared, por ejemplo, se puede obtener información del nivel de humedad para saber si compensa activar el sistema de riego de los jardines; o si es necesario aumentar la luminosidad del alumbrado en el caso de un mayor tráfico de vehículos y así evitar accidentes.

Según el presidente de Grupo Eurona, Jaume Sanpera, “estos ecosistemas urbanos inteligentes y alimentados por una suprared Wi-Fi permitirán que el usuario acceda a una ciudad más fácil y cómoda, obteniendo información con más valor, al tiempo que las empresas y administraciones, siempre con el permiso del ciudadano, pueden optimizar su oferta y la rentabilidad de sus acciones. Conscientes de esta realidad, estamos potenciando el negocio “Wi-Fi Ciudades”, como uno de los principales ejes de crecimiento de la compañía basado en ofrecer acceso a Internet de alta velocidad y vía Wi-Fi desde cualquier punto de la ciudad, sin cables, con una conexión de calidad y sin la necesidad de tener que permanecer quietos en un sitio determinado”.

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Redacción RedesTelecom

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