Esta Feria se ha configurado a lo largo de sus ediciones como el gran escaparate del sector del networking y la conectividad y ha sabido evolucionar al ritmo que demandan mercado y usuarios, y en línea con la creciente importancia que estas tecnologías han cobrado en la sociedad española.
Productos y servicios de última generación se darán cita en SITI 2001 donde alcanzarán también un notable protagonismo las aplicaciones para la Red de Redes y las soluciones avanzadas proporcionadas por las operadoras de telecomunicaciones, que también tienen su hueco es este mundo cada vez más amplio y sin límites de la conectividad y las redes.
Son tres mundos, el del networking, las telecomunicaciones e Internet, que estaban condenados no sólo a dialogar y entenderse, sino también a coincidir hacia un espacio común de competitividad en el que los usuarios son los principales
beneficiarios de la convergencia, propiciada por el desarrollo y el encuentro entre industrias y tecnologías, entre necesidades y soluciones.
Pero si estas son las luces de un mercado en permanente crecimiento y expansión, con grandes posibilidades de desarrollo y con un evidente tirón e influencia -tanto directa como indirecta- sobre la economía nacional, el sector también tiene sus sombras.
España ha logrado grandes avances en los últimos años, pero todavía resta hacer un esfuerzo final, sostenido, con amplitud de miras y coordinación de objetivos para enjugar el desfase que, como país, nos separa de nuestros vecinos europeos, que han sabido entender mucho antes que nosotros la importancia estratégica de las Tecnologías de la Información para su desarrollo.
Con Info XXI el Gobierno español ya ha dado los primeros pasos para lograr la meta de situarnos en la media de los países de la Unión Europea. Como iniciativa, según entienden los agentes del sector, representa un avance significativo y digno de tener en cuenta, aunque queden demasiados detalles en el aire para asegurar que sólo con este proyecto se dará el salto definitivo.
Parece necesario atar los cabos que quedan sueltos y resolver la siempre espinosa cuestión de la financiación, pero también contar con el apoyo de los agentes sociales, económicos, industriales y tecnológicos que con su esfuerzo diario, como queda patente en cada edición de los salones tecnológicos que como SITI se celebran a lo largo y ancho de nuestro país, demuestran que tenemos un futuro brillante y, aunque grande, la distancia con nuestros vecinos no resulta insalvable porque uniendo esfuerzos no existe la palabra imposible.
La tarea es difícil pero tenemos la capacidad de demostrar que, aunque el listón está alto, como país estamos no sólo obligados sino que debemos dar el paso al frente.
