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El valor económico estratégico de las patentes en el mundo empresarial



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Jordi Ilario, COO & VP Licensing de Fractus

Publicado el 9 ago 2024



Jordi Ilario, COO & VP Licensing de Fractus
Jordi Ilario, COO & VP Licensing de Fractus

En el acelerado universo empresarial actual, las patentes representan mucho más que simples certificados legales. Son piedras angulares estratégicas que delinean las trayectorias del éxito y la capacidad para generar ingresos futuros en una empresa. Una patente es como un activo difícil de cuantificar en su cartera, una joya singular que brinda una ventaja competitiva indiscutible en el mercado dinámico y desafiante de hoy.

Imagina, por un momento, ser una empresa tecnológica poseedora de una patente revolucionaria para un nuevo tipo de teléfono inteligente. Esta patente no solo te confiere un derecho exclusivo sobre tu creación, sino que también te posiciona en un plano superior frente a tus competidores. Es como sostener la llave maestra que desbloquea nuevas oportunidades y mercados antes inexplorados.

Una patente es como sostener la llave maestra que desbloquea nuevas oportunidades y mercados antes inexplorados

En esencia, una patente otorga un derecho único y exclusivo de fabricar, usar y comercializar una invención durante un período limitado, generalmente alrededor de 20 años. Es como tener el privilegio de vender un nuevo tipo de consola de videojuegos, con un mando que has creado y que utiliza sensores de movimiento avanzados para una experiencia de juego más interactiva. Así como en los videojuegos, donde tu mando patentado es esencial para un control preciso del juego, en el ámbito empresarial la patente es el catalizador que distingue tu oferta en el mercado.

Otorga un derecho único y exclusivo de fabricar, usar y comercializar una invención durante un período limitado, generalmente alrededor de 20 años

El valor económico de una patente para una empresa se deriva principalmente de su utilidad y potencial para generar ingresos futuros. De hecho, un nuevo estudio publicado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Oficina Europea de Patentes (OEP) indica que las empresas que poseen al menos una patente generan, de media, un 20% más de ingresos por empleado que las empresas que no poseen ninguno de estos derechos de propiedad intelectual (DPI). Si la patente abre nuevas fronteras de mercado o protege una innovación vital, su valor se incrementa sustancialmente. ¿Cómo de necesaria es la invención? ¿Es difícil de replicar o sustituir por otros? Estas son las preguntas fundamentales que determinan el valor real de una patente en el escenario empresarial.

Las empresas que poseen al menos una patente generan, de media, un 20% más de ingresos por empleado que las empresas que no la poseen

Las empresas invierten considerables recursos en la protección de sus patentes. Desde el correcto registro y renovación hasta la defensa legal cuando es necesario, cada paso es esencial para preservar la ventaja competitiva y salvaguardar la propiedad intelectual. La integridad de una patente garantiza que otras empresas no copien ideas sin permiso, protegiendo así el flujo de innovación y crecimiento. Cuando alguien usa la misma idea, la patente entra en juego. Si alguien intenta vender o usar un mando como el tuyo sin tu permiso, ¡puedes decirle que no puede!

Las estrategias para capitalizar el valor de una patente son variadas y estratégicas. Desde el desarrollo de nuevos productos hasta la licencia a terceros a cambio de regalías o incluso la venta a empresas interesadas en adquirir la tecnología, las opciones son amplias y fundamentales para maximizar el rendimiento de la inversión en investigación y desarrollo. Puedes fabricar y vender lo que has inventado tú mismo, como tu mando de videojuegos. O puedes licenciar tu patente, lo que significa que otras personas te pagan para usarla. Es como si les alquilaras tu mando.

Es crucial reconocer que el valor de una patente para una empresa no solo radica en su capacidad de generar ingresos directos, sino también en su capacidad para impulsar la innovación, proteger la propiedad intelectual y mantener ventajas competitivas sostenibles. Las patentes, en esencia, son un testimonio tangible del poder de la creatividad y la resiliencia empresarial. Pero, a pesar de su valor, según un informe realizado por la firma europea de propiedad intelectual ABG, la gran mayoría de activos que poseen las empresas españolas son marcas, y el número de patentes y diseños europeos está muy lejos de los primeros puestos del ranking europeo.

Algunas patentes son como oro puro porque resuelven un problema grande e importante y a su vez no hay soluciones alternativas. Por ejemplo, si inventas una máquina que hace la tarea doméstica más fácil y nadie más tiene una máquina similar, ¡tu patente podría valer millones! Si la patente no tiene a priori una aplicación amplia, no te preocupes. A veces, las invenciones menos evidentes pueden ser muy valiosas más adelante. Es como encontrar una moneda rara en un montón de cambio de bolsillo.

Algunas patentes son como oro puro porque resuelven un problema grande e importante y a su vez no hay soluciones alternativas

En el panorama empresarial emergente, las patentes no solo protegen nuestra propiedad intelectual, sino que también se convierten en catalizadores cruciales para impulsar valoraciones, atraer inversiones y mitigar riesgos. Protegen la innovación y fomentan el crecimiento a largo plazo, estableciendo las bases para el éxito sostenible en un mundo altamente competitivo.

En este espíritu, las patentes son el núcleo mismo que alimenta el progreso económico y tecnológico de las empresas, brindando no solo protección legal sino también un camino hacia la excelencia empresarial y el crecimiento sostenido.

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