La Policía Nacional y Orange, a través de su iniciativa #PorunusoLovedelatecnología, se han unido en una campaña de sensibilización y prevención cuyo objetivo es advertir de los riesgos que puede suponer para los más jóvenes seguir la moda de los llamados retos virales, cuando estos les exponen a situaciones extremas.
Internet, las redes sociales, los smartphones y el resto de dispositivos digitales se han convertido en los últimos años en las herramientas por excelencia para la extensión de los llamados retos virales o social challenges, que son acciones que se proponen en el entorno digital y que invitan a ser llevadas a cabo por parte de usuarios de todo el mundo. Cualquier persona puede proponer y unirse al reto, con la condición básica de que dicha acción sea filmada y colgada en Internet para que llegue a hacerse viral y alcance el mayor número posible de visitas y likes.
Los retos virales pueden ser cómicos o inocentes como el llamado “10 Years Challenge”, en el que se comparan fotos de hace años con otras de la actualidad; y otros nacen con un fin solidario, como el “Ice Bucket Challenge”, en el que sus protagonistas –incluidos personajes famosos- se echaban cubos de agua helada para concienciar sobre la ELA.
Sin embargo, en los últimos tiempos la gran mayoría de los retos rozan lo absurdo y conllevan un riesgo para las personas. Es el caso del denominado “In My Feelings Challenge”, que incita a bajarse de un coche en marcha y bailar solo para grabar un vídeo y colgarlo; el lamentablemente famoso “Ballena Azul”, una secuencia de retos cuya culminación es el suicidio de sus protagonistas; el terrorífico “Momo”, que obliga a seguir las peligrosas indicaciones de una extraña figura recibida por WhatsApp bajo la amenaza de caer en una maldición si no se lleva a cabo; o el más reciente “Bird Box Challenge”, inspirado en la película “Bird Box” que consiste en salir a la calle con los ojos vendados, emulando a la protagonista, y que ha obligado a la plataforma en la que se exhibe a advertir a los usuarios del peligro que supone imitar este comportamiento.
No te expongas por un like
Es fácil entender la influencia que tienen las redes sociales en las vidas de adultos y menores si se tiene en cuenta que, según el informe Digital In 2019 elaborado por We Are Social en colaboración con Hootsuite, Facebook ya rozaba a finales de enero de 2019 los 2.300 millones de usuarios en el mundo (24 millones en España), YouTube ya contaba con 1.900 millones de seguidores e Instagram superaba los 1.000 millones. Además, las herramientas de mensajería WhatsApp, Facebook Messenger o WeChat, contabilizaban todas ellas más de 1.000 millones de usuarios, con Tik Tok subiendo rápidamente y alcanzando ya los 500 millones.
En España, esta misma encuesta revela que Facebook tiene ya 24 millones de usuarios activos mensuales y 15 millones Instagram, por citar un par de ejemplos.
En este contexto, el like o “me gusta” en redes sociales se ha convertido, especialmente entre los más jóvenes, en un índice para medir su popularidad y su grado de integración social, hasta el punto de llegar a convertirse en una obsesión en casos extremos. Tal es la importancia que se da a esta valoración digital que, según Omnicore, cada día se dan más de 4.200 millones de likes solo en Instagram.
Considerando estas cifras, si las acciones derivadas de un reto viral ya pueden suponer un riesgo para los adultos, más aún para niños y adolescentes, que están en pleno desarrollo de su personalidad y pueden dejarse llevar por estos desafíos extremos para conseguir más seguidores, visitas y likes en sus perfiles sociales, o simplemente lograr aceptación, reconocimiento y valoración de su entorno.
Para llamar la atención y advertir sobre este peligroso fenómeno, Orange, con la colaboración de la Policía Nacional, inicia una campaña de difusión y concienciación, cuyos ejes son dos materiales audiovisuales:
– Un vídeo de ficción, a modo de historia, que pretende generar interés y que surjan esas conversaciones de valor entre padres e hijos sobre el impacto que la situación en él retratada les produce. En este caso, la ficción que se expone, lamentablemente muy real, es la de un adolescente que hace el pino en la cornisa de un edificio mientras es grabado con sus móviles por un grupo de amigos.
– El segundo es un vídeo realista en el que participan adultos y/o menores reales a los que se enfrenta a una situación en torno al fenómeno del mes, para que comprendan en qué consiste y sus secuelas. Para esta ocasión, y siguiendo la línea del vídeo anterior, los jóvenes invitados a la experiencia se enfrentan, sin saber que es ficción, al impacto de las consecuencias de uno de estos desafíos y reflexionan sobre ello.
Estos contenidos audiovisuales se complementarán en próximas semanas con campañas online y otros contenidos informativos con consejos y mensajes de expertos y educadores para reforzar el carácter didáctico de la iniciativa.
La comunicación y la educación como herramientas de prevención
En la presentación de esta iniciativa, tanto la Policía Nacional como Orange han compartido también algunos consejos y orientaciones para jóvenes, padres y tutores sobre la mejor forma de evitar una situación de riesgo derivada de un desafío viral, siendo la confianza y la comunicación las principales herramientas de prevención.
Supervisar el tipo de contenidos a los que acceden sus hijos en Internet, observar lo que publican en sus perfiles y si tienden a imitar la conducta de otras personas, o conocer los influencers a los que siguen y si estos plantean retos o publican fotografías o vídeos de los mismos, son algunas de las recomendaciones a seguir para detectar una situación de riesgo ante estos challenges.
En caso de detectar que alguien propone un desafío viral que pudiera ser peligroso para niños y adolescentes, se debe comunicar y reportar en la red social o espacio correspondiente y alertar, en caso necesario, a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Pactar con los menores unas normas de uso responsable, inteligente y respetuoso de los ordenadores, tabletas o smartphones, advertirles de los riesgos que entraña compartir datos personales con otros usuarios online o trabajar su autoestima para que sepan gestionar la opinión de los demás son otras pautas básicas para prevenir las consecuencias negativas de ciertos comportamientos en la Red.
“La meta que nos hemos propuesto es acabar con los daños causados con motivo de los retos virales que circulan por internet y que ponen en peligro no solo la salud, sino la propia vida de nuestros menores”, ha indicado Francisco Pardo, director de la Policía.
Por un uso Love de la Tecnología
Esta campaña de prevención sobre los retos virales se enmarca dentro de la iniciativa “Por un uso Love de la Tecnología”, lanzada en septiembre de 2017 por Orange para concienciar a jóvenes niños y adultos sobre la importancia de utilizar de forma segura y responsable de la tecnología. Asimismo, se anima a pensar y debatir sobre las consecuencias de un uso indebido de la tecnología y las herramientas digitales, que derivan en fenómenos como el sexting, el ciberbullying, la incomunicación, el sharenting o la exposición temprana de los menores a contenido adulto.
Como ha comentado Samuel Muñoz, director general de Marketing de Orange España, “en el caso de los retos virales, desde Orange queremos invitar a la reflexión dentro de las familias sobre la importancia de tener una relación sana con la tecnología y que la llamada “dictadura del like” no lleve a nuestros hijos a lesionarse o incluso poner en riesgo sus vidas por contentar a sus followers. No se trata de fiscalizar sus relaciones online, pero sí de tratar estos temas con ellos y provocar conversaciones de valor para que conozcan sus consecuencias y se sientan con la suficiente confianza como para acudir a nosotros antes de exponerse”.
Desde su lanzamiento, los vídeos de las distintas temáticas abordadas en el marco de la campaña “Por un uso Love de la tecnología” han obtenido más de 90 millones de visionados.
Con esta iniciativa, la operadora avanza en su estrategia como empresa responsable y comprometida con la sociedad en la que opera. En línea con su posicionamiento Love, que busca acercar a las personas a aquello que más les importa, la marca ofrece contenidos educativos para frenar algunos de los mayores inconvenientes derivados de un mal uso de las tecnologías y que sus usuarios puedan aprovechar al máximo todas sus ventajas.
Por su parte, la Policía Nacional, a través de los planes preventivos implementados por sus Delegaciones de Participación Ciudadana, lleva más de una década informando y formando a los menores sobre los riesgos relacionados con el uso inadecuado de las TIC, de Internet y de las redes sociales. Asimismo, mantiene activas en sus redes sociales varias campañas de prevención dirigidas a menores, como la campaña contra el acoso escolar para denunciar la violencia en las aulas; “Controla tu red”, para fomentar y promover el uso responsable de las nuevas tecnologías entre alumnos, profesores y padres; o el programa Ciberexpert@, que responde a la demanda de orientación en la educación digital, y que recopila aquellas temáticas que más afectan a nuestros niños y niñas.