Cruz Roja fusiona tecnología y humanidad

Cruz Roja ofrece su ayuda por todo el globo terráqueo. Para ello la
organización juega con dos bazas decisivas: el papel de los voluntarios
y la ayuda de la tecnología, un binomio que ha conseguido salvar miles
de vidas.

Publicado el 29 Dic 2003

El origen de Cruz Roja, hace ahora la friolera de 140 años, se fraguó en un marco de horror similar al contemplado actualmente tras las catástrofes, inundaciones y terremotos, fue exactamente en 1859, en la Batalla de Solferino, en Italia, donde el suizo Henry Dunant contempló los enfrentamientos del ejército austriaco contra el francés y el piamontés. El saldo tras una noche de contienda ascendió a 40.000 muertos. Dunant impresionado escribió Recuerdo de Solferino, donde concibe la idea de crear sociedades de socorro. Varios años más tarde cuatro ciudadanos ginebrinos recogen el testigo y fundan con Dunant el Comité de los Cinco, cuna del que sería en 1863, el Comité Internacional de Cruz Roja.

En España, la organización se formó bajo los auspicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, en 1864, siendo declarada Sociedad de Utilidad Pública. Catorce décadas después, Cruz Roja Española cuenta con 140.000 voluntarios y atiende anualmente a tres millones y medio de personas.

Sin embargo, todo este grueso de voluntarios poco o nada ayudaría si no estuvieran convenientemente organizados y contaran con una infraestructura adecuada tras de sí. Cruz Roja ha sido consciente de esta situación desde sus inicios y entre sus prioridades ha situado siempre la necesidad de disponer de una estructura tecnológica avanzada en cada momento capaz de soportar tareas de gestión, administración y comunicación, entre otras.

La complejidad de las comunicaciones en una entidad de este calibre salta a la palestra en 1996. Por aquel entonces, la organización disponía de una informática distribuida basada en redes dispuestas en cada oficina provincial, recuerda Rocío Calvo Rodríguez, directora de Sistemas de Información de Cruz Roja Española, en un principio, el cruce de información se realizaba gracias a cintas que se procesaban mensualmente. Una vez al mes se recibía y consolidaba la información en la central.

A partir de 1995, la entidad empezó a montar procesos de correo electrónico, inicialmente no con comunicaciones en línea sino de modo secuencial, estableciendo contacto con cada oficina y recurriendo al intercambio de correos. Disponíamos de una comunicación diaria, todo un avance comparado con el sistema anterior, pero aún insuficiente, aclara la directiva.

Dos años más tarde, viendo que la reestructuración se hacía necesaria y la información debía estar accesible desde todas las oficinas y con la calidad de trabajar en línea, decidimos hacer un estudio de viabilidad apostando por tecnología basada en Internet, lo que implicaba un cambio sustancial de nuestra informática distribuida hacia un modelo de operaciones con tres capas, con un servidor web capaz de ser accesible a todas las estructuras, relata la responsable de informática.

Paralelamente, Cruz Roja Española encargó un estudio económico para analizar la viabilidad de utilizar la red de datos intentando que las líneas suministrasen también servicios de voz.
La organización tanteó el mercado y sopesó las ofertas de los operadores que ofrecían servicios de VoIP en aquel momento, demandando como condición básica que llegaran a las 53 provincias donde Cruz Roja tenía presencia con líneas para voz y datos, además de proporcionar capilaridad al resto de las localidades. Tras estudiar las propuestas de BT, Retevisión y Telefónica, Cruz Roja se decantó por esta última conscientes de que queríamos una red de comunicaciones capaz de producir todo el tránsito en llamadas de tarifa plana entre provincias, de tal forma que la salida de nuestros servicios hacia los usuarios, como es el caso de la Teleasistencia, se registrase siempre como una llamada local, explica la directora de Sistemas. Llegamos a la conclusión de que así el proyecto era viable. De hecho, la propia reducción de tráfico interprovincial nos permitía financiar el proyecto. Corría entonces el mes de diciembre de 1999 cuando Cruz Roja Española adjudicó el proyecto a Telefónica Data y éste arrancó un mes después.

La organización demandaba todo el equipamiento necesario para unir nuestras redes en una estructura provincial, autonómica y central para un total de 57 centros. Y todo ello en régimen de alquiler y sin cuota de alta. Además precisábamos servicio de acceso desde cualquier punto del país con lo cual solicitamos a Telefónica Data acceso a través de una Red Privada Virtual desde cualquier municipio, incluyendo el servicio desde el punto central a Internet para que todas las oficinas que accediesen a la red tuviesen salida a Internet, detalla Rocío Calvo.

El ancho de banda era distinto para cada oficina dependiendo de la necesidad de uso de cada edificio. En la mayoría se alquiló 128 Kbps, mientras a los centros más grandes se los dotó inicialmente de 256 Kbps y hubo dos oficinas donde se arrancó con 512 Kbps.

Con esta cobertura, Cruz Roja Española entró en el año en curso, teniendo que enfrentarse a un crecimiento del número de usuarios y de la utilización de las aplicaciones, que demandaba una urgente ampliación de recursos. En total se han mejorado más de seis oficinas este 2003, relata la responsable de informática de la entidad.

En cuanto a equipamiento, el proyecto dispone de un conjunto de servidores como plataforma para una base de datos compartida para toda la organización. La citada base de datos da cabida a diferentes aplicaciones como la gestión de la contabilidad, de los socios o de las donaciones y todas tienen una proyección exterior para dotar a Cruz Roja Española de la máxima transparencia. Las operaciones se realizan a través de nuestro portal. Una persona puede hacer una donación a la organización y, automáticamente, se registra en la opción elegida por el donante al tiempo que se realiza todo el proceso administrativo, desde anotar dónde ha quedado destinada la cantidad entregada hasta su contabilidad, comenta Calvo Rodríguez, El proceso, hace unos años semimanual, está totalmente automatizado actualmente gracias a Internet: el ingreso se efectúa a través de una pasarela de pago conectada con el BSCH, a través de la cual queda realizada la transacción y se registra la entrada de dinero.
El modo de actuación a nivel internacional ha sido similar al español, es decir, ha evolucionado con ayuda de la tecnología a medida que aparecía y estaba disponible. Actualmente, los delegados de cooperación internacional viajan con un ordenador portátil que llevan a la misión donde están destinados. Ahora, con la vista puesta en el futuro más inmediato, desde Cruz Roja Española se han planteado dos nuevos retos. Por una parte, el departamento de Sistemas de Información pretende rebajar el coste en co-municaciones durante 2003 y, por otro lado, confía en llevar el servicio de VoIP a la totalidad de oficinas de la organización.

Con ambos proyectos en marcha, la intención de la organización es ir más allá y lograr montar un centro multicanal donde un voluntario pueda trabajar en cualquier oficina de Cruz Roja o incluso desde el hogar. Esta iniciativa es altamente ilusionante y permitiría unificar y gestionar toda la atención telefónica, de correo, navegación por Internet y fax sin moverse del salón de casa, adelanta Calvo Rodríguez. De momento contamos con la colaboración de la Fundación Telefónica para ayudarnos a desarrollar esa plataforma tecnológica que supondría un paso abismal hacia el teletrabajo en Cruz Roja, a la integración de voluntarios discapacitados que podrían colaborar sin salir de su casa.

Todas las inversiones y gastos realizadas en estos tres últimos años han sido posible gracias a la ayuda de financiación aportada para el proyecto TICEAS: las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones en la EMERGENCIA y la AYUDA SOCIAL, por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a través de su programa PROFIT.

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

L
Cristina López

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4