Frente a la llegada de las plataformas de streaming que han aterrizado en España en los últimos años, los grandes operadores de telecomunicaciones ofrecen como alternativa canales de pago. Ahora bien, si comparamos los precios que establecen ambos para acceder a contenido audiovisual online, contratar una tarifa de Internet, móvil y televisión con Movistar, Orange o Vodafone es 292,32 euros de media más caro al año que escoger un pack de banda ancha fija y telefonía barato y añadir una suscripción a tres de las plataformas más populares: Netflix, HBO y Amazon Prime Video, según el informe elaborado por Kelisto.es.
De media, un hogar español con el paquete de televisión de pago más básico ofrecido por su compañía de Internet paga 782,37 euros al año o 65,2 al mes, cantidad que equivale al 12,95% del gasto medio anual en facturas en el hogar. El coste asciende a 1.034,29 euros al año de media (86,19 euros al mes) en el caso de añadir algunos canales premium de las compañías.
En cambio, si un usuario contrata una tarifa de fibra óptica y móvil barata, con un precio medio de 42,85 euros al mes, y después añade una suscripción de HBO, Netflix (cada una con una cuota de 7,99 euros) y de Amazon Prime Video (con un coste de 36 euros anual), el total le costaría una media de 61,83 euros– lo que equivale a un coste anual total de 742 euros.
“Es cierto que para paliar el éxito de las nuevas plataformas de ‘streaming’, las compañías han empezado a ofrecer sus contenidos en sus tarifas convergentes. Por ejemplo, desde diciembre del año pasado Movistar integra todos los estrenos de Netflix en algunas de sus ofertas Fusión; Orange también permite contratar la plataforma con su plan Estándar; y Vodafone ofrece HBO con su pack de series. Ahora bien, un usuario puede ahorrarse un 28%2 de media o casi 300 euros anuales si opta por la oferta de Internet y móvil más barata y se suscribe ya no solo a una, sino a tres plataformas –HBO, Netflix y Amazon Prime- por separado”, señala Sara Perales, experta en Comunicaciones de Kelisto.es.
La clave para conseguir este ahorro está en elegir la tarifa de Internet y móvil más económica del mercado, que, a día de hoy, se ofrece en Llamaya, con una cuota mensual de 36,9 euros frente a la más cara, Movistar, que cobra 48 euros, lo que supone una diferencia anual de 133,2 euros.
A pesar de la diferencia de ahorro, de los 7,5 millones de hogares (33,7%) con conexión a Internet que disponen de algún servicio audiovisual online, el 72,4% (3,8 millones) ve televisión en Internet a través de las apps de Movistar, Orange o Vodafone, mientras que el resto acceden a este tipo de contenidos a través de Netflix, HBO, Amazon Prime Video, Sky o beIN, entre otras – esto no excluye que algunos hogares puedan tener contratados varios de estos servicios.
En cuanto a su evolución en el último año, el número de hogares con algún servicio audiovisual online de pago se ha disparado un 24,31% en el último año. Eso sí, los grandes avances han sido, en su mayoría, para las plataformas independientes: beIN Connect ha crecido un 64,39%; Netflix, un 30,1%; y HBO, un 25,22%. La única televisión de las telecos que compite con estas plataformas en cuanto a su crecimiento en el último año es Orange TV, que ha aumentado un 40,38%.
Fuera del mundo online y centrándonos en los operadores, los servicios de televisión de pago que ofrecen las telecos mantienen en el último año la aceptación de los españoles, ya que más de 6,9 millones de hogares cuentan con televisión de pago en su hogar contratada a través de un operador. El 85,49% recibe el servicio a través de un pack de telefonía móvil, Internet y televisión, el tipo de tarifa más contratada para los que quieren añadir canales exclusivos a su oferta de telecomunicaciones (con un crecimiento del 64,35% en los últimos tres años).
4 millones de abonados a Movistar Fusion
Entre las plataformas de streaming que se han lanzado en España en los últimos años, Netflix es la que más suscriptores ha conseguido, con cerca de 1,99 millones de usuarios, seguida de Amazon Prime Video, por encima de los 633.242 y HBO, que supera los 465.328.
¿A qué se debe el éxito de estas plataformas? El motivo al que más aluden los usuarios es la comodidad de poder elegir qué ver en el momento que quieras (61%), seguido de la calidad del contenido que se ofrece (58%). Solo un 21% argumentaban que este servicio es más barato que la televisión de pago.
A pesar del aumento de nuevos clientes, todavía no se alcanzan los 4,1 millones que Movistar ha sumado en 2018. Sus tarifas Fusión siguen siendo las más contratadas por los usuarios que quieren televisión de pago, y sus principales competidores todavía están lejos de alcanzar su número de altas: Vodafone se quedaba en casi 1,3 millones y, Orange TV, el único de los tres que no ofrece fútbol, registraba más de 689.500 en diciembre de 2018.
En cuanto a los motivos para contratar los canales que ofrecen los operadores, un 47% de usuarios explicaban que estaban incluidos en un paquete convergente de telecomunicaciones que les había ofrecido su compañía, y un 35% se guiaban por las series emitidas en estas televisiones. De hecho, a la hora de darse de baja el coste no es un factor tan decisivo como la pérdida de series (23%) y de las retransmisiones de partidos de fútbol (20%). Eso no quiere decir que no sean conscientes del precio considerable de estos paquetes, sobre todo si tenemos en cuenta que un 72,7% de las quejas de los hogares con este tipo de paquetes se referían a lo caras que son estas tarifas. Podríamos concluir, por tanto, que los usuarios asumen que tendrán que pagar una cuota que les parece muy elevada por la televisión de pago de los operadores.
“La llegada de las plataformas ha provocado un cambio en la forma de consumir series y cine, especialmente si tenemos en cuenta que estas han demostrado que los usuarios están dispuestos a pagar por contenido de calidad. Esto ha provocado un incremento en el acceso lícito a series en formato digital, que ha subido a un 61% en 2018 frente al 48% registrado el año anterior”. Y añade: “No obstante, pese a que cada vez hay un mayor consumo de contenido legal, los mismos usuarios (30%) siguen viendo vídeos piratas. Esto puede deberse a que, a pesar de tener contratados canales de pago o estar suscritos a una plataforma de ‘streaming’, es imposible tener acceso a todos los estrenos, por lo que se sigue optando por seguir entrando en webs con contenido ilícito”, explica Sara Perales.
España más caro de Europa para contratar TV de pago con un operador
Si echamos un vistazo a la evolución de la televisión de pago, encontramos que el número de abonados entre el cierre de 2015 y el de 2018 creció en un 22,49%, pero los ingresos para los operadores por ofrecer este servicio crecieron un 35,93%, lo que demuestra que el coste de los packs que ofrecen los operadores se ha incrementado, debido en parte a una mayor oferta de canales y a una mejora de los servicios adicionales a la televisión, como la velocidad de fibra óptica o los datos móviles.
El encarecimiento de los paquetes con televisión de pago es especialmente acusado en España, donde los operadores establecen una cuota un 19,97% de media más cara que la que se pagaría en Reino Unido, Francia, Alemania o Italia. Si tenemos en cuenta el coste medio de un paquete que solo tenga Internet y TV de pago (la forma más sencilla de hacerse con este servicio sin necesidad de incluir móvil), el precio medio para un usuario español es de 77,5 euros al mes, mientras que la media europea se sitúa en 64,6 euros. Esto supone un sobrecoste anual de 154,8 euros a cambio de una oferta con las mismas condiciones.
Los precios superiores no se corresponden con las tarifas de las plataformas de streaming en España, que son similares a las que pagan los usuarios en los países vecinos. Por ejemplo, Netflix ofrece su tarifa estándar por 7,99 euros en Francia, Alemania, Italia y Reino Unido (donde el coste, eso sí, es de 7,99 libras). El caso cambia con Amazon Prime Video, que ofrece un servicio más barato que el que se paga en otros países: en Reino Unido el coste sube a 91 euros al año, en Alemania a 69 euros y en Francia a 49 euros, lo que contrasta con los 36 euros que se pagan en Italia y en España.