Cómo reducir el coste de instalación de fibra

Publicado el 28 Dic 2007

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En la última década, la demanda de un ancho de banda cada vez mayor para satisfacer la aparición de nuevos servicios y contenidos de telecomunicaciones ha derivado en Europa en el aprovechamiento del cableado de cobre del bucle de abonados.
El primer paso para el cambio o sustitución de unas redes basadas en cables de cobre que amenazaban con quedarse obsoletas se inicio años atrás, en el entorno de las conexiones interurbanas, interestatales e incluso transoceánicas donde las previsiones de futuros anchos de banda no eran cubiertas por las limitadas capacidades de transmisión existentes. La migración se ha llevado a cabo gracias al uso de una tecnología más avanzada, la fibra óptica, pero no en todos los puntos de la red, sino principalmente en el núcleo. Sin embargo, actualmente, este primer paso de creación o conversión a fibra óptica de las líneas troncales o principales, ya no es suficiente. El cableado de las redes de fibra óptica debe llegar cada vez más cerca del abonado para satisfacer sus necesidades. Países como Estados Unidos, Japón o Suecia ya han apostado por la fibra óptica como única tecnología capaz de cubrir las necesidades de transferencia de datos actuales y futuras con garantías. En Japón, por ejemplo, el 18 por ciento de los usuarios ya disfrutaba en 2005 de este acercamiento de la fibra óptica en alguna de las modalidades de FTTx -ya fuera Fiber To The Home, To The Building o To The Office- y actualmente la demanda de nuevos subscriptores de FTTH supera por mucho a la de DSL.

Problemas implícitos

Aunque tímidamente, Europa sigue el camino ya marcado. En los últimos años asistimos a la aparición de proyectos FTTH, redes xPON en zonas urbanas y, cada vez más, el mercado empresarial requiere de conexiones con fibra hasta sus sedes u oficinas. Sin embargo, cambiar de tecnología no es una operación sencilla y, muchas veces, lleva aparejados problemas implícitos. Sin ir más lejos, debemos tener en cuenta que, a la hora de realizar una migración, habrá que valorar circunstancias como la fuerte inversión en instalación y en obra civil o la difícil consecución de derechos de paso, dos elementos que constituyen un pesado lastre para el progreso de las redes corporativas.
Con el fin de reducir al mínimo estos inconvenientes, han aparecido en los últimos tiempos nuevos sistemas para la instalación para fibra óptica. Aún así, siguen siendo métodos que, a pesar de estar siendo empleados en muchos países con regularidad, son grandes desconocidos en Europa. Uno de estos sistemas es la instalación de fibra por infraestructuras existentes como las redes de saneamiento o el tendido subaqua para la conexión entre puntos de costa o que compartan un mismo lecho fluvial, aunque también encontramos otros como el método de instalación de fibra mediante la realización de un microzanjado o microtrenching.

Microzanjado

La instalación de fibra óptica mediante el método de microzanjado nació en Estados Unidos por los años ochenta, específicamente pensado para reducir costes de instalación y facilitar derechos de paso. Este sistema proliferó gracias su sencilla filosofía, esto es, minimizar el zanjado de la obra tradicionalmente usada para la instalación de fibra, consiguiendo reducir tanto los costes, como el tiempo de ejecución del tendido o las molestias a los usuarios de la vía publica, logrando así minimizar los esfuerzos antes destinados a conseguir derechos de paso.
El proceso de micro zanjado se realiza en cuatro pasos:
– Realización de la microzanja (1,5 cm. de ancho x 15 cm. de largo) sobre asfalto empleando una máquina de zanjado provista de una sierra circular de diamante.
– Limpieza de la microzanja mediante agua o aire comprimido.
– Un cable de fibra óptica con una armadura de aluminio extrudido capaz de soportar las grandes presiones debidas a la dilatación del asfalto y al tráfico rodado es depositado en el fondo de la microzanja.
– Por último, la microzanja es sellada con el material adecuado.
El proceso descrito es muy sencillo y fácil de realizar hasta el punto de posibilitar la instalación de 2 kilómetros de cable de fibra óptica diarios y una alta reducción de costes, que puede ser de hasta un 40 por ciento comparado con los costes de instalación mediante métodos tradicionales. El reducido tamaño de la microzanja permite realizar la instalación de fibra tanto en áreas urbanas como interurbanas sin necesidad de cortar el tráfico y ocasionar molestias a viandantes y conductores.
Desde su invención este método ha evolucionado hasta hacer posible el tendido de microductos vacíos (también con armadura de aluminio extrudido) por los que posteriormente es posible instalar fibra mediante el método de soplado a lo largo de grandes distancias. Estos ductos de aluminio extrudido otorgan flexibilidad a la línea en términos de futuras ampliaciones o ramales. La combinación de cables y ductos de aluminio extrudido conceden, además una muy alta capacidad a la línea de más de 400 fibras, capacidad suficiente para líneas de largas distancias.
Así, el microtrenching y otros métodos de instalación como los anteriormente citados, se perfilan como nuevas soluciones técnicas ante los actuales cambios de las redes pasivas.
Félix Pardo Verdugo, Installation and Systems Engineer,
Prysmian Cables y Sistemas España

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Redacción

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