Cómo llevar Gigabit al puesto de trabajo

Los conmutadores Gigabit Ethernet están ampliamente extendidos dentro del core de la red empresarial, sin embargo no logran cuajar masivamente en el extremo de la red. Desde D-Link apuestan por llevar Gigabit Ethernet hasta el puesto de trabajo.

Publicado el 20 Jul 2004

El mercado Ethernet goza de buena salud, sus más de 30 años de historia son un claro ejemplo de ello. Sin embargo esta tecnología, que ha sabido competir y salir airosa frente a rivales de gran calado como ATM, ha encontrado a lo largo de su camino escollos que salvar.

El último reto al que debe enfrentarse este veterano protocolo es lograr convencer al mercado empresarial de que Gigabit Ethernet es una solución óptima para ser implantada en todos los puntos de una red corporativa. En este sentido, si bien Gigabit Ethernet ha conseguido imponerse en aquellos puntos de la red cercanos al backbone, aún no ha podido embelesar a las compañías para que “vistan” sus conexiones en el extremo de la red, concretamente en los puestos de trabajo, con conmutadores basados en Gigabit Ethernet.

Esta reticencia no se puede enmarcar en un país concreto, sino que es más bien una tendencia generalizada. “A nivel mundial está costando hacer una migración desde 10/100 Ethernet (Fast Ethernet) hasta Gigabit Ethernet en el extremo de la red corporativa”, según explica el responsable de Marketing y Comunicación de D-Link Iberia, Alex Mitjà, para quien el hecho de encontrar ciertos frenos no es novedoso dentro del mercado de la conmutación, sino más bien un hecho recurrente y repetido en el tiempo que se produce ante la llegada de una tecnología. “Esto mismo ocurrió en su día cuando se evolucionó pasando de los hubs a los switches, en parte por desconocimiento de las ventajas que ofrecía el nuevo producto y, por otro lado, ante la diferencia de precio siempre algo más elevado- que acompaña a las tecnologías recién nacidas”.

Desde D-Link reconocen que la implantación de Gigabit Ethernet en las empresas es un hecho, pero el objetivo actual “es extender la migración de Fast Ethernet a Gigabit Ethernet a todos los niveles”, aclara Mitjá. “Aunque en los accesos a servidores o para grandes departamentos existen las conexiones de Gigabit y ya están funcionando, si consiguiéramos llevar los puertos de Gigabit al puesto de trabajo podríamos hacer despegar segmentos de mercado actualmente bastante aletargados como dispositivos complementarios, tales como las tarjetas de Gigabit o conmutadores para pequeños departamentos, más adecuados a las necesidades del extremo de la red y no, como nos encontramos ahora, con un conmutador de 24 puertos para un pequeño departamento con un puerto Gigabit para el acceso a los servidores”.
Conseguir que Gigabit Ethernet llegue al puesto de trabajo implica necesariamente la reducción de los costes en este tipo de conexión y el diseño de dispositivos que permitan realizar una fácil migración de conmutadores 10/100 a otros 10/100/1.000 para que no haya trabajadores con equipos colapsados.

Para reducir los costes de los switches basados en Gigabit Ethernet, la propuesta de D-Link es introducir conmutadores que “permitan el acceso a Gigabit pero no cuenten con capacidades de administración ni de gestión”, comenta el responsable de Marketing y Comunicación de la compañía, “es decir, pensados para pequeños departamentos”.

El siguiente paso será dejar que se despierte la demanda y el resto será una reacción en cascada: el aumento de demanda reducirá los precios, a lo que se sumará que los dispositivos serán más sencillos (al llevar menores prestaciones que los conmutadores Gigabit Ethernet de alta capacidad por resultar innecesarias en el extremo de la red) y permitirán a los fabricantes reducir algo más los costes.

Hasta ahora, los switches Gigabit Ethernet permitían grandes prestaciones de gestión y administración, pero se pretende que los dispositivos de entrada de nivel no tengan características adicionales sino, sencillamente, la capacidad de Gigabit Ethernet.

Con este modelo de Gigabit Ethernet en el extremo de la red, D-Link pretende dirigirse a un segmento de mercado compuesto fundamentalmente por pequeños departamentos de grandes corporaciones, usuarios domésticos, oficinas y pymes, donde propone nuevos productos “empezando por conmutadores con pocos puertos (entre 8 y 16) todos a 10/100/1000, es decir, con Gigabit; o también conmutadores con 8 puertos a 10/100 y luego 2 puertos de conexión para el troncal a Gigabit”, relata Mitjà.

Por otra parte, la reducción de costes derivados de eliminar determinadas prestaciones de alta capacidad de los conmutadores Gigabit Ethernet para llevarlo al puesto de trabajo, de manera que no se disparen los costes, se materializaría “eliminando todos los componentes relacionados con la gestión y la administración de los dispositivos, es decir, consiguiendo que el conmutador de sobremesa ofreciera halfy full dúplex para todos los puertos (comunicación unidireccional o bidireccional), control de flujo para evitar la pérdida de datos al transmitir y Auto MDI/MDX; pero no ofrecería VLAN para segmentar la red, ni Spanning Tree para ofrecer mayor ancho de banda, Priority Queues para dar prioridad a cierto tipo de transmisiones o la administración SNMP y RMON para obtener información sobre el estado de los dispositivos”, indica el responsable de Marketing y Comunicación de D-Link Iberia.

Pero ¿hasta qué punto se abarataría un conmutador basado en Gigabit Ethernet después de suprimirle las prestaciones de gestión y administración para ubicarlo en el puesto de trabajo?

“La diferencia de precio es clara”, apunta Mitjà, “para hacer un análisis completo miremos antes qué tiene actualmente un puesto de trabajo: hoy por hoy, podemos encontrar un dispositivo basado en 10/100 de 8 puertos por un precio de 30 euros, como el DES-1008D; si en ese mismo puesto de trabajo cambiamos el modelo por otro similar pero que no corra sobre Fast Ethernet sino en Gigabit, el modelo rondaría los 400 euros, como el DGS-1008D; mientras que un conmutador con altas prestaciones basado en Gigabit Ethernet de 24 puertos, por ejemplo, como el DGS-3224TGR estaría en 2.800 euros”. La diferencia entre 2.800 euros y 400 euros es considerable.

Las ventajas de conmutadores Gigabit para sobremesa en sustitución de 10/100 serían una mayor facilidad de acceso a la información, menores tiempo de espera y reducción de los cuellos de botella al aumentar la capacidad de procesamiento de la red, además de una adaptación a un momento en el que cada la cantidad de datos manejados es cada vez mayor.

Por su parte, Luigi Salmoiraghi, director general de D-Link Iberia, explica la aportación de Gigabit Ethernet en conmutadores de sobremesa recurriendo a la evolución vivida. “Hasta hace un año o dos, los conmutadores basados en Gigabit eran de alta capacidad y gran coste para la empresa pequeña, pero en 2003 se lanzó al mercado el equipo dual para Gigabit que incorporaba 16, 24 o 48 puertos Fast Ethernet y 2 o 4 puertos Gigabit para poder crear la conexión con los servidores; pensemos que todos los nuevos conmutadores llevan incorporada una placa para Gigabit. Los últimos equipos permiten eliminar el cuello de botella entre el conmutador troncal y la red de oficinas (LAN). Actualmente ya tenemos equipos Gigabit de 5, 8, 16 puertos a los que se han quitado todas las funciones avanzadas de gestión para que éstas se queden en un nivel de troncal, de modo que desde los switches hasta el puesto de trabajo o el pequeño departamento se hace una conexión Gigabit y luego se va repartiendo este ancho de banda entre los distintos puestos de trabajo”.
Paralelamente al desarrollo de conmutadores en el puesto de trabajo basados en Gigabit Ethernet, D-Link continúa mejorando su propuesta de switches Gigabit de gama alta.

Su última innovación en este sentido ha sido el desarrollo de la tecnología Super Ring, centrada en mejorar el enlace entre switches.

Dentro de los tipos de enlaces, en cascada o en pilas, Super Ring se centra en esta segunda y ofrece la posibilidad de diseñar las pilas en forma de anillos. “Con Super Ring puedes hacer una pila de hasta 12 unidades con conmutadores 10/100/1.000 con 24 puertos cada uno; es decir, podríamos llegar a tener un máximo de 288 puertos todos Gigabit y, además, permitiría conectarlos en forma de anillo salvando el inconveniente tradicional de que para pasar del switch 3 al conmutador 1 hubiese que pasar por el 4, 5, 6… hasta el 12 y de ahí saltar al 1; ahora, con Super Ring puedes pasar del 3 al 1 directamente, con el consecuente ahorro de tráfico de red y reducción de los tiempos de espera”, advierte Mitjà.

Los conmutadores de D-Link que incorporan esta tecnología Super Ring son los DGS-3324SR y DGS-3324SRI, anunciados como novedad en la feria SITI/@asLAN 2004, celebrada el pasado mes de marzo, y listos para su comercialización desde finales de abril.

Con estas propuestas y el resto de su oferta, D-Link prevé crecer este año cerca de un 30 por ciento en Europa, mientras la filial de Iberia incrementará su facturación con respecto al año fiscal de 2003 “entre un 30 y un 35 por ciento”, asegura Salmoiraghi.

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Redacción RedesTelecom

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