Cómo la localización del equipaje afectará al futuro de la tecnología de la aviación

Publicado el 09 Ago 2019

David Gozalo, VP South Region de Zebra Technologies.

Las ganas por viajar han crecido globalmente a unos niveles extraordinarios en los últimos años. Incluso si solo tenemos en cuenta a aquellos que realizan viajes nacionales, se espera que el número de vuelos ofertados a nivel mundial por la industria aérea alcance los 39.8 millones en 2019. Esta cifra es un millón más alta que la predicción del año anterior y representa un aumento de más del 50% con respecto a la década anterior.

La gran proliferación de viajes ha provocado una mayor presión y un aumento de los problemas entre las compañías aéreas y el personal de tierra, lo que ha derivado en un aumento en la pérdida de los equipajes. Cada año 25 millones de maletas se pierden en el mundo y ya sea por poco tiempo o indefinidamente se convierte en uno de los principales problemas para los pasajeros.

Presión en la infraestructura de las aerolíneas

Cada año 25 millones de maletas se pierden en el mundo. En Europa, el riesgo de perder el equipaje es el más alto con 7,3 maletas perdidas por cada 1.000 pasajeros, comparado con América del Norte 2,85 y Asia 1,8.

Aunque existen numerosos factores que pueden contribuir a la pérdida del equipaje, la infraestructura es el más esencial. El aumento del número de vuelos y de las escalas hacen que incluso los lugares más remotos del mundo sean accesibles. Para muchos de estos destinos remotos la infraestructura que existe para gestionar una demanda tan alta es bastante básica. Además, los pasajeros han incrementado el uso de varias maletas a la hora de viajar al igual que el hacer diferentes escalas. La unión de estas dos cuestiones genera un gran desafío para los trabajadores que manipulan el equipaje, ya que tienen que redirigir los artículos a futuros destinos en múltiples aerolíneas. De hecho, el 46% de las maletas perdidas el año pasado se perdieron durante las escalas. Mientras tanto, las maletas que caen de los vehículos de reparto del aeropuerto y que no se reportan, el equipaje que permanece en el avión y el equipaje perdido no identificable siguen siendo algunos de los puntos más problemáticos para los aeropuertos.

Estos desafíos, por supuesto, no han pasado desapercibidos. En 2014, la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) inició la Resolución 753 para animar a los aeropuertos a priorizar la gestión de sus sistemas. La Resolución oficialmente entró en vigor en 2018, pudiendo dar tiempo a las aerolíneas para prepararse. Ahora, la mayoría de las aerolíneas tienen un plan en marcha, y el 46% de ellas espera cumplir con el 75% de sus objetivos para finales de este año, según la Encuesta de Tendencias de TI del Transporte Aéreo de SITA.

Existen cuatro puntos de seguimiento obligatorios en los que se debe registrar cada equipaje facturado; comienza en el check-in, cuando los pasajeros entregan sus maletas a las aerolíneas, marcando el inicio de su viaje. Aquí, se aplica un número de etiqueta único de 10 dígitos. Después de esto, las maletas se registran una vez más al cargarlas en el avión; traslado, cuando la custodia de las maletas cambia entre transportistas; y finalmente, a la llegada, cuando los pasajeros reciben su equipaje en el lugar de destino. En aeropuertos más pequeños y remotos, la gestión de este proceso ha sido problemática ya que estaba lejos de automatizarse digitalmente.

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David Gozalo

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