Ignacio Velilla, director general de Equinix en España, se ha reunido con la prensa para dar a conocer los últimos avances de la compañía, que ha experimentado importantes cambios en su estructura para poder prepararse para su crecimiento, en un momento especialmente dulce para el mercado de los centros de datos. La interconexión será una de las claves de su estrategia para ganar más cuota de mercado.
Nueve meses después de la adquisición, el despliegue de la plataforma Equinix en la península ibérica permite a las empresas españolas y portuguesas interconectarse con sus clientes y/o partners a través de un único proveedor. “Queremos ser un nuevo hub de interconexión global que sirva como punto de conexión de Europa con África, Norteamérica y Latam, gracias a los cables submarinos como Brusa o Marea”, confirma Velilla. Efectivamente, España es un mercado prioritario para Equinix, ya que es la 14ª potencia mundial y la quinta europea, y está avalada también por la llegada de los principales proveedores cloud de hiperescala.
De acuerdo con el Índice Global de Interconexión publicado por la compañía, la interconexión es una tendencia global en expansión que está creciendo casi el doble de rápido que el tráfico global IP, ya que en 2020 se espera que esa interconexión global entre empresas sea seis veces más grande el tráfico global IP.
Equinix Cloud Exchange Fabric
Sin desvelar demasiada información y cuyos detalles saldrán a la luz el próximo mes de octubre, Velilla adelantó la apuesta de la compañía por consolidar una nueva arquitectura: Cloud Exchange Fabric, que facilitará a las empresas la conexión bajo demanda a cualquier cliente desde cualquier data center de Equinix. Se engloba dentro de la Arquitectura Orientada a la Conexión de la compañía, que permite interconectar personas, lugares, nubes y datos de forma física y virtual, permitiendo a las empresas conectarse de forma segura y evitando el tráfico congestionado del Internet Público. Cloud Exchange Fabric es por tanto un servicio definido por software que permite a las empresas entrelazar infraestructuras distribuidas y ecosistemas digitales a través de diferentes mercados.
