Lleva un tiempo diciéndose que la batalla de las empresas de telecomunicaciones está ahora en los contenidos audiovisuales. Una muestra de ello es la reciente compra de Time Warner por la operadora AT&T. La operación ha ascendido a los 85.400 millones de dólares (aproximadamente 79.000 millones de euros), -unos 100.000 millones si se tiene en cuenta la deuda- e implica la adquisición de un vasto conglomerado de medios como la productora Warner Bros y las cadenas HBO y CNN.
La operación –que deberá ratificarse a finales de 2017- está sujeta a procesos de revisión de los organismos reguladores para garantizar la libre competencia. Y todo apunta a que el escrutinio no será sencillo.
Recordemos que el consejero delegado de Time Warner, Jeff Bewkes, rechazó en 2014 una oferta de 80.000 millones de dólares de Twenty-First Century Fox, su rival controlado por la familia Murdoch. Fuentes de la compañía señalaron a Bloomberg que el antiguo pretendiente no tiene planes de renovar su oferta.
Asimismo, la megafusión de Time Warner con el grupo estadounidense de Internet AOL en el año 2000 también acabó en separación nueve años después. AOL fue vendida a Verizon, quien también adquirió Yahoo. Y ya dentro de nuestras fronteras no hay que olvidar la compra de Canal + por parte de Telefónica.
La tendencia está clara, hacer frente a las OTT y la distribución de contenidos bajo demanda.
